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La columna de Quintana Roo

por Redacción DC
30-07-2020

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Por Garmendia

Vaya chapulinazo que se aventó el diputado federal por Morena… ah, no ya no, ahora perredista, pero antes priista, Chucho Pool Moo.

Apenas la semana pasada anunció su renuncia a Morena que ni tardo ni perezoso se apuntó para unirse a la bancada del PRD.

Pero no, no crean que se trata de que el legislador haya criticado algunos de los daños causados por la 4T en ese estado, al que le ha negado el apoyo fiscal pese a que aporta el 9% del PIB nacional.

Ni señor, cuentan que el trasfondo de Pool Moo lleva como dirección el Palacio Municipal de Benito Juárez.

Y es que con eso de que ha andado del tango al tango, claro, políticamente hablando, el legislador tiene la mira puesta en la alcaldía de Cancún, por lo que se prevé que vaya perfilando su candidatura, para tratar de arrancar a Morena la alcaldía, aprovechando el declive que ha tenido la alcaldesa, que tampoco pertenece a Morena, Mara Lezama.

Dicen que Pool Moo presume que con tanta trayectoria (chapulineo) político, bien puede atraer a priistas, panistas, perredistas, y en una de esas, hasta morenistas decepcionados.

¿Será?


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El Tren Maya ya anunció su primer damnificado en Quintana Roo, y eso que las obras todavía no comienzan.

Apenas ayer martes, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, anunció que un famoso puente será derribado para que puedan pasar las obras del Tren Maya en su tramo Cancún-Tulum.

Pero no crean que es como otros proyectos del gobierno federal, como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México o la instalación de la fabrica de Constellation Brands en Baja California, que primero las cancelaron y luego nomás no han presentado pruebas de que había corrupción.

No, aquí Jiménez Pons afirma que la demolición es la opción más barata para que pase el Tren Maya, capricho, perdón, proyecto estrella del presidente López Obrador.

El tiempo dirá si esa era la mejor opción.


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Y ya que se están calentando los ánimos electorales, a los que le están comenzando a sacar sus trapillos al sol es a los diputados Luis Alegre, de Morena a nivel federal, y Gustavo Miranda, local, por el PVEM.

A Alegre le llovió por su indolencia y porque al decirse cobijado por la no primera dama, Beatriz Gutiérrez Müller, cree que ya tiene amarrada la candidatura a gobernador por el partido de AMLO.

Pero no, en Morena Quintana Roo ya le hicieron ver que el respaldo anticipado que dio a Mario Delgado rumbo a la renovación de la dirigencia nacional del partido en el poder, le costará caro, pues acá hay muchos que quieren a Yeidckol Polevnsky (aunque usted no lo crea).

Y lo único que dicen es algunos es que si algo ha logrado Alegres es estar unificando a los morenistas… Pero en su contra.

Y del dipu-verde Miranda, pues además que en el propio partido lo quieren retirar de la coordinación de la bancada, para que se quede sin poder presidir la Junta de Coordinación Política del Congreso a partir de septiembre -que el legislador dice, ya le toca- podría quedarse con la ganas, pues el resto de los partidos traen entre manos planes para que solo las bancadas mayoritarias puedan presidirla.

A ver si con el berrinche no le pasa lo que al caballo con el que el legislador practiacba Polo, que se murió por un infarto… solo que el pobre animal se infartó por el golpe de calor que sufrió por la inconsciencia del legislador.