Paul Cézanne, pintor francés que nació un 19 de enero de 1839 y murió el 22 de octubre de 1906. Fue un artista posimpresionista, considerado el padre de la pintura moderna. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que prefirió el trabajo en aislamiento. 

El postimpresionismo hizo su aparición en Francia a finales del siglo XIX, este movimiento artístico fue iniciado por Vincent Van Gogh y Paul Cézanne, cuyo trabajo se caracteriza por pinceladas pictóricas y una paleta de colores intensos. El artista también es considerado el antecesor del fauvismo y un precursor del cubismo. 

Cézanne pasó un tiempo en París, donde expuso con artistas impresionistas como Claude Monet y Mary Cassatt. No se consideraba un impresionista, y como resultado de su enfoque, desarrolló una estética única que lo distingue de sus contemporáneos.

Los obras de Cézanne son consideradas iniciadores del arte moderno. Aunque apreciadas de forma póstuma, sus cuadros exhiben formas y colores que son poco utilizados para su tiempo. Sus composiciones, construidas en su mayoría por manchas de colores, dan a sus cuadros un aspecto húmedo y fantástico.

En 1886 su obra fue rechazada por el Salón de Otoño por vez primera, situación que se repitió hasta el final de sus días. En aquella época conoció a la modelo Hortense Fiquet, con la que tuvo un hijo. Se trasladó con ella a L´Estaque, región en la que se dedicó a pintar paisajes y bodegones.

En 1886 su padre falleció y Cézanne abandonó a su esposa y a su hijo en París para a instalarse en Aix, donde continuó con su actividad prácticamente en el anonimato. Fue hasta 1895 cuando Ambroise Vollard organizó una exposición sobre su obra que fue bien recibida por la crítica.

El primer Salón de Otoño de 1904 le dedicó una sala de forma exclusiva, el artista moriría apenas dos años después. Dicha exposición confirmó a Cézanne como el padre de cubistas y fauvistas, y ejerció un gran impacto sobre artistas como Picasso, Braque o Derain.