Los Mundiales siempre aguardan momentos inesperados. Mientras la cuenta regresiva sigue en marcha, en la selección mexicana queda la esperanza de que eso ocurra con la recuperación de Raúl Jiménez, quien ayer reportó en la concentración en Girona. El delantero del Wolverhampton arribó a la ciudad española con permiso de su club para continuar su rehabilitación con los médicos del Tricolor, luego de una afectación en el pubis que ha puesto en riesgo su convocatoria en la lista final rumbo a Qatar.

Jiménez, sin un partido oficial desde el pasado 31 de agosto, tiene como fecha límite el lunes 14 de noviembre para definir su situación con el técnico Gerardo Martino. De no mostrar mejoría, dijo, aceptará que otro elemento ocupe su lugar en el ataque mexicano, hasta ahora conformado por Henry Martín, el naturalizado Rogelio Funes Mori y Santiago Giménez.

De ropa deportiva y pasos lentos, el jugador de los Wolves se mostró con la confianza de quien ve posible su llegada al Mundial. Me siento bien, señaló en su camino al ho-tel de concentración. Lo que suceda de aquí a la siguiente semana dependerá de su resistencia física y la opinión de los médicos.