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10 consejos para prevenir la obesidad y el sobrepeso

por Redacción
23-02-2022

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1. No pases hambre

Realiza entre 4 o 5 ingestas al día para evitar llegar a las comidas principales con un hambre excesiva. Para estas ingestas elige alimentos saludables y que te sacien. Los tentempiés pueden ser frutas, lácteos, frutos secos, bocadillos saludables, etc. Recuerda que, en las comidas principales, además de verduras y hortalizas, debe haber proteínas y también una pequeña porción de cereales integrales.

2. Consume más ensaladas y verduras

Para prevenir la obesidad en el ámbito familiar, es recomendable que las ensaladas y verduras sean las protagonistas tanto en la comida como en la cena. Los padres enseñan a través del ejemplo, por lo que aprender a cocinar para toda la familia con verduras y hortalizas es un gran paso.

3. El frutero, siempre lleno

Empieza la semana con un buen surtido de frutas. Si las tienes en casa te será mucho más fácil consumirlas a lo largo de la semana e incluirlas así en tu dieta ya sea en ensaladas, tentempiés y/o desayunos.

4. Varía tus platos

«No te quedes solo con las planchas y los hervidos o el típico plato de dieta. ¡Lleva una dieta variada, modera las cantidades, garantiza una buena higiene del sueño (7-8h) y realiza ejercicio físico! Comer es un placer y hacerlo de manera saludable y equilibrada no es aburrido. Añade también color a tu dieta incluyendo variedad de frutas y verduras, es un camino hacia un mejor estilo y calidad de vida.

5. Huye del sedentarismo

¡Añade actividad a tu vida diaria! Lo puedes hacer evitando coger el coche para ir a comprar, cambiando el coche por la bici cuando sea posible y subiendo por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.

6. ¿Exceso de calorías? ¡No, gracias!

«¿Cómo prevenir la obesidad? ¡Dejando de lado las calorías! Preocúpate de aportar a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita mediante la ingesta de alimentos saludables, frescos y naturales en tu alimentación de manera diaria. ¡No es comer menos… es comer mejor!»

7. No abuses de los refrescos

Evita el consumo de todo tipo de refrescos, alcohol, bebidas azucaradas o zumos envasados y en su lugar no olvides beber 1’5-2 litros de agua al día, 6 vasos mínimo. Infusiones, tés o aguas infusionadas con frutas también pueden ser buenas alternativas».

8. En la variedad está el gusto.

Comer sano y de forma saludable, contrariamente a lo que muchos y muchas piensan, no está reñido, en absoluto, con la heterogeneidad en los platos. Cuando le comentamos a un amigo que seguimos una dieta, rápidamente vienen a su memoria platos elaborados a la plancha o bien hervidos. Pero una dieta sana va mucho más allá. La variedad, moderando las cantidades, nos permitirá poder comer de todo. De esta forma, podremos disfrutar de uno de los grandes placeres de la vida. Dulces, alcohol, refrescos o cualquier bebida con azúcares añadidos están desaconsejados. Si nuestra alimentación es saludable, no tenemos que sufrir si un día hacemos una comida o cena que no lo sea. De vez en cuando nos podremos permitir “pecar” y disfrutar de sabores o comidas que no solemos incluir en nuestra dieta pero que de manera esporádica nos apetece probar. Ahora bien, hay que tener en cuenta que comer bien es un camino hacia un mejor estilo y calidad de vida.

Por cierto, no hay que caer en el error –demasiado extendido- que después de un entreno en el que hemos quemado muchas calorías podemos comer cualquier cosa (pizza, dulces…). Tras una salida larga, lo esencial es reponer cuanto antes los depósitos de calorías y proteínas para que nuestro organismo empiece su proceso de recuperación cuanto antes y empecemos a prepararlo ya de cara a la siguiente salida.

9. Elige cocciones saludables

Una de las bases de comer de manera saludable es la manera de cocinar. Existen muchas cocciones que requieren pocas grasas para conseguir platos suculentos y exquisitos para nuestros paladares. Para prevenir la obesidad, emplea cocciones como la plancha, los hervidos, el vapor, el horno, el wok y el papillote, en lugar de fritos y rebozados.

10. Lee las etiquetas nutricionales

¿Cuántas veces acabas comiendo algo que no sabes de qué está hecho? Como consumidor tienes una parte de responsabilidad con tu alimentación y es la de valorar el producto antes de comprarlo y elegir preferentemente productos saludables. Pero no mires los números (calorías, gramos de grasa…). No, no, no. Mira qué ingredientes lleva porque así sabrás qué vas a comer, de dónde proceden sus calorías, qué tipo de grasa contiene, cuántos ingredientes lleva. Todo ello te dará una idea general que te ayudará a decidir. Porque si compras mal, comerás mal.