“Los pueblos indígenas son los únicos capaces de hacer su propia historia, su propia reflexión, para entender el pasado”. Alrededor de esa premisa se gestó la propuesta editorial de la colección 1521, un atado de vidas, cuya coordinación académica estuvo a cargo de Gibrán Bautista y Lugo y Pedro Marañón.
“En el ámbito académico tenemos un reto: cómo respetar la historia que hacen los pueblos y, al mismo tiempo, aportar un conocimiento nuevo para la reflexión de todas y de todos en general”, dice Bautista y Lugo.
De acuerdo con el investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el desafío más importante es abrirnos a unas concepciones de la historia que dejen de ser referentes nacionalistas, que dejen de ser antecedentes de una historia patria, “que consideramos nuestra cuando en realidad es un legado universal: necesitamos ser más universales y menos nacionalistas, ese es un reto de los historiadores”.