1.- Caminatas
Una manera más sencilla de empezar a activarnos es la de realizar caminatas. Este tipo de ejercicio es apto para todas las edades y no conlleva ninguna dificultad técnica. Lo único que se requiere es constancia, ritmo y realizarlo al menos 30 minutos diarios. Lo mejor de la caminata es que puedes realizarlo casi en cualquier lugar, puedes cambiar las rutas u horarios y con ellos romper la monotonía.
2.- Senderismo
Si vives en un sitio con diversas montañas o áreas naturales, puedes aprovecharlo para hacer senderismo. Esta actividad además de divertida te permite conectar con la naturaleza y apreciar los paisajes de tu localidad. Esta conexión natural ha demostrado grandes beneficios no solo físicos sino mentales al reducir el estrés, la ansiedad y estimular la creatividad y autoestima.
Si planeas iniciar con el senderismo, recuerda planificar con tiempo la ruta, seguir las recomendaciones de seguridad, contar con protección solar y notificar a las personas cercanas de dicha actividad en caso de una emergencia.
3.- Bailar
Si lo tuyo no es salir, quizá bailar sea una mejor opción. Está actividad además de divertida es un buen ejercicio aeróbico que estimula tu creatividad y desarrolla diferentes habilidades sociales al trabajar con tu confianza.
Para bailar no siempre necesitas asistir a clases particulares, también puedes hacerlo en la comodidad de tu casa con videos de YouTube o con videojuegos como Just Dance. Lo mejor, es que puedes invitar a tus amigos y pasar una tarde divertida mientas te mantienes activo.