1.- Compartan las tareas 

Uno de los principales puntos de ruptura entre las parejas es la desigualdad en el reparto de responsabilidades. Generalmente la división de tareas no se habla directamente, sino que se asume de forma inconsciente. Al no ser claros, las expectativas sobre lo que uno tiene o no que hacer genera puntos de estrés que conllevan al desastre. Por ello es vital que ambos se sienten a hablarlo de forma clara y concisa y si es necesario plasmarlo en algún calendario que sea visible para los dos, evitando así excusas o pretextos que solo complicarán la situación.  

2.- Darse tiempo para vivir como individuos 

Ser una pareja no significa ser una extensión de la otra persona, por ende, ambos deben entender que no todo tiene que hacerse juntos. Es necesario respetar la individualidad del otro y darse espacio mutuamente para explorar y encontrar nuestros propios hobbies, intereses o aptitudes que nos permitan crecer y evolucionar como personas.  

3.- Compartir momentos de ocio 

Cuando la relación va muy avanzada, es hasta cierto punto normal, ir haciendo de lado esos momentos de ocio que generalmente se compartían al inicio de la relación, esto a causa de la rutina, la falta de tiempo libre o el agotamiento laboral. Sin embargo, es recomendable de vez en cuando explorar alternativas que les permita seguir disfrutando de la convivencia con el otro, ya sea con pequeños paseos, viendo alguna serie juntos o asistir a cursos y talleres en pareja.  

4.- Comunicación, comunicación, comunicación 

A este punto de la relación ya deberían tener en claro que su pareja no es un adivino. No hay manera que puedan leerse la mente mutuamente y conocer de forma mágica las necesidades del otro. Las “señales”, “pistas” o “indirectas” no siempre serán percibidas por nuestra contraparte, por ello es importantísimo que de vez en cuando nos sentemos frente a frente y expresemos claramente aquello que necesitamos, lo que nos hace feliz, y lo que quizá, no tanto, para que ambos estemos en sintonía y podamos encontrar juntos la manera de mejorar.  

5.- Atención al detalle 

No nos referimos exclusivamente a tener detalles o sorpresas de vez en cuando, sino poner atención a aquellas pequeñas cosas que podrían hacer un mundo de diferencia para el bienestar de nuestra pareja. Piensa en situaciones tan sencillas como la de colocar nuestra ropa adecuadamente en el cesto de la ropa sucia, lavar nuestros trastes, bajar el volumen de la televisión cuando el otro está ocupado, cuidarle cuando este enfermo, escribirle una pequeña nota de agradecimiento por su mera compañía. Son este tipo de detalles los que, a la larga, harán de la vida en pareja un verdadero regalo.