Si bien el verdadero buen sexo no excluye ni un centímetro del cuerpo, existen posiciones sexuales que se centran en la estimulación de las zonas donde nacen las sensaciones más explosivas. Y aunque enfatizamos en las femeninas, hay para todos.
Sobre tu boca
Si tus orales son magistrales, es porque conoces muy bien esa área que, correctamente estimulada, las haces explotar de placer sea cual sea la posición en la que se encuentren ambos. Pero si aún no eres muy conocedor sobre cómo darle sexo oral, por más que ella te ha guiado, nomás no das una, la mejor postura es en la que su área genital está sobre tu boca mientras se encuentra encima de ti. Así modulará cada movimiento para llegar al orgasmo, entregándole a tu lengua y labios todo su sexo a su antojo. Seguro lo lograrán.
La cucharita
Posiblemente, esta es la excelentísima en el reino de los disparos femeninos en compañía, pues al tiempo que la penetras, la consentirás por delante, tocando su clítoris y sus senos (acuérdate que puede explotar a través de ellos), mientras tu amante ya sea que vaya guiando tus dedos o, simplemente, se deje llevar. Esta figura les dará orgasmos a los dos.
Frente a frente
Hay un alto grado de efectividad en esta posición, porque además de que tu mano tendrá libre acceso, la conexión visual es increíblemente poderosa para tales fines. Ambos estarán sentados de frente y sobre la superficie, y ella te expondrá su sexo con las piernas flexionadas y abiertas. Tú, lo más cerca de su cuerpo, estimularás su clítoris más hábilmente. De vez en vez, dejará de ver tus ojos por obvias razones, sin embargo, ambas miradas se harán una y lanzará chispas que provocarán su máxima detonación.
El iceberg
Una de las posiciones sexuales para lograr el orgasmo que no tiene nada de gélida y sabrás por qué: ésta es una variación de la anterior, aunque ahora se acercarán tanto, que habrá penetración. Ya sea que se apoyen en la superficie con las manos o antebrazos por detrás, o tú mimarás su botón con los dedos cuando no haya vaivén; no obstante, si optan por lo primero, lo que tendrás que hacer es rozar su clítoris con tu pubis mientras entras y sales para que ella tenga su clímax, porque tú, innegablemente llegarás.
Oral to you
Sin duda, una de las más garantizadoras. Y es que, como sabes, su boca realiza una serie de suertes, que sólo el Beso de Singapur (una magistral ejecución vaginal, que consiste en distintas succiones, opresiones y meneos, entre otras delicias) podría competir con ella.
El perrito
Otra de las mejores posiciones sexuales para complacerte en este tema, ya que puedes controlar la penetración en toda modalidad: el ritmo, si tu pene entra por fragmentos o completo, suavemente o tan duro como lo requieras, al mismo tiempo que contemplas su espalda y te conviertes en su domador, optando por sujetarla por las caderas o, si la hay, su larga cabellera.
La amazona invertida
Otro clásico que, si te has dado cuenta, satisface a los dos respecto a esta encomienda: mientras ella te monta y realiza el sube y baja, le es posible consentirse el clítoris, los senos y, por si fuera poco, tus testículos, y tú gozas tanto de sus movimientos y tocamientos como, nuevamente, de lo sexy que es su espalda.
Contrario a lo que pudieras creer, el muy socorrido 69 es, difícilmente, una opción en la que se dé la hermosa coincidencia. Mientras ella intenta brindarte placer con su boca, es casi imposible que se concentre y se mueva a favor de su orgasmo (si existe una mujer que lo logre, será digna de nuestro respeto), y aunque lo mismo puede pasar contigo, es más fácil que tú sí llegues al clímax. Porque una cosa es totalmente cierta: para que ocurra la detonación femenina, se requiere no sólo lo físico, sino también su concentración que en tu orgasmo. Por supuesto que hay disfrute en esta posición, pero que se cumpla el propósito es cuestionable.