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7 TÉCNICAS DE MASTURBACIÓN FEMENINA QUE DEBES CONOCER

por Redacción
20-10-2021

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Mucho se ha escrito sobre la masturbación, pero a la hora de la verdad ¿sabemos realmente cómo masturbarnos? Aunque no lo creas, la masturbación femenina no tiene por qué ser siempre igual, está permitido innovar y probar cosas diferentes, mas allá del famoso Satisfyer, que seguro estás harta de escuchar… Solo hay que aplicar nuevas técnicas hasta que encuentres las que resulten más estimulantes para ti. Según un estudio publicado en la revista Journal of Sex Education:

El 88% de las mujeres y el 96% de los hombres admiten sin ningún tipo de reparo que se masturban de forma habitual.

 DE ARRIBA A ABAJO

La primera técnica de masturbación es muy sencilla de practicar, y hará que te centres en tu clítoris. Debes acariciarlo con tu dedo muy lentamente hasta que aumente tu excitación, y frotar entonces de arriba hacia abajo. No vayas directamente al clítoris si no estás preparadx, puedes estimular las zonas cercanas primero e ir acercándote poco a poco. Si quieres un extra de estimulación, no te olvides de utilizar lubricantes (notarás el cambio).

El clítoris tiene un papel protagonista en la sexualidad y se merece que le prestemos toda nuestra atención. Si quieres saber todo lo que este pequeño puede hacer por ti, te lo contamos en nuestra guía completa sobre el clítoris.

EL SÁNDWICH

En esta técnica utilizarás dos dedos para darte placer, el dedo medio y el índice. La forma en la que quedan tus dedos es como si fuesen las rebanadas de un pan colocadas entre tus labios en la zona de tu vulva, mientras ejerces presión poco a poco. A la vez que realizas este movimiento de presión puedes dar pequeños golpes a tu clítoris con la otra mano, o jugar con la entrada de tu vagina para estimular todas las zonas. Alterna diferentes ritmos y velocidades a la hora de estimular la vulva, para que la experiencia sea cada vez más excitante.

ESTIMULACIÓN DEL PUNTO G

Te recomendamos acostarte sobre la cama para esta técnica y abrir tus piernas con las rodillas ligeramente levantadas. En esta postura, puedes introducir tus dedos en tu vagina con la palma hacia abajo, (con el dedo medio y el índice). Una vez dentro, estimula tu punto G, que se encuentra en la parte superior de la vagina a unos 5 centímetros de la entrada y tiene un tacto más rugoso. Si quieres saber más, revisa lo que te contamos en nuestro artículo sobre el punto G.

Con la técnica adecuada podrás conseguir tener un squirt, ¿quieres saber cómo? Te lo contamos todo en nuestra guía sobre squirting.

Para esta técnica debes estar acostadx boca abajo sobre la cama, con la cabeza girada ligeramente. Tus rodillas estarán ligeramente flexionadas, dejando que tu clítoris tenga contacto con la cama directamente. Para aumentar el contacto, puedes colocar la almohada sobre esta zona y moverte poco a poco… Varía los movimientos a tu gusto hasta que la fricción sea la adecuada para ti.

CHORRO EN LA DUCHA

Si aún no lo has practicado, vamos a abrirte un nuevo mundo de sensaciones. No es necesario que utilices tus dedos, el chorro de la ducha será tu mejor aliado. Dirige el chorro de la ducha hacia tu clítoris y la zona de la vulva para que experimentes qué es lo que mayor placer provoca en ti. Puedes jugar con diferentes temperaturas y grados de presión del agua hasta que alcances el clímax.

Esta técnica suele ser de las primeras que incorporamos al comenzar a explorar nuestro propio cuerpo. La fuerza del agua, el vapor, la temperatura… hacen que el chorro en la ducha se convierta en una de las técnicas favoritas una vez que la pruebas.

FRENTE AL ESPEJO

Masturbarte frente al espejo puede ser algo muy excitante, y es de esas cosas que hay que probar al menos una vez en la vida. Prueba a acostarte o sentarte cerca de un espejo mientras lo haces y empieza a acariciarte mientras te observas. Disfruta el momento y recréate todo lo que quieras, la excitación se multiplicará a la vez que observas cómo responde tu propio cuerpo a los diferentes estímulos. Haz caso a tus reacciones y sigue disfrutando.

 PIERNAS CRUZADAS

Mientras te estás masturbando, te recomendamos que hagas fuerza con tus piernas. Crúzalas y así incrementarás la presión en tu clítoris y en tu vagina, aumentando las sensaciones. Si quieres, también puedes intentar hacer fuerza con tus músculos pélvicos contrayéndolos y relajándolos a la vez que pones a prueba las diferentes sensaciones que esto te transmite.