RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 

27 años después del asesinato de Luis Donaldo Colosio ocurrido en Lomas Taurinas, resuena nuevamente su nombre como partícipe de un proceso electoral. 

Se trata del hijo del sacrificado candidato presidencial, quien incursiona en la política en busca de su segundo cargo de elección popular. 

A diferencia del primero que es el de diputado local, donde alcanzó mayoría, el cargo que disputa en esta ocasión tiene mayor resonancia, pues se trata del ayuntamiento de Monterrey, la capital de Nuevo León. 

Luis Donaldo Colosio Riojas decidió incursionar en Nuevo León, su entidad adoptiva, donde desarrolló parte de su infancia, su juventud y adultez y sentó las bases de su propia familia. 

Colosio Riojas ingresó a la política desde abajo, al contrario de su padre que fue diputado federal, senador, presidente de un partido, secretario de Desarrollo Social y candidato presidencial. Decidió ir peldaño por peldaño, primero diputado local de mayoría y luego contender por la alcaldía del sitio en el que vive. 

A los 36 años de edad, Luis Donaldo hijo busca un ayuntamiento, para ir consolidando su carrera política, lejos de los lugares de oriundez de sus padres (Sonora y Coahuila), en los que tendría derecho de competir, pero prefirió Nuevo León, la entidad que lo acogió en su orfandad. 

Tampoco eligió el partido en que militó su padre durante su carrera política, sino buscó otra opción (Movimiento Ciudadano) que le ha permitido sentar las bases de su propia carrera y no cobijarse bajo el apellido que le pudo abrir puertas en la actividad política. 

Es cierto que el apellido del padre mueve consciencias, pero también lo es que poco a poco se va desdibujando el sacrificado candidato presidencial y que las nuevas generaciones, en su mayoría desconocen quien fue el entonces candidato presidencial del PRI, asesinado en Lomas Taurinas, una zona marginada de Tijuana, Baja California. 

Hay quienes consideran que el asesinato de Colosio Murrieta marcó el destino del país y que producto de ello se derivó el asesinato del también político, José Francisco Ruiz Massieu, apuntado para coordinar la mayoría priista en la Cámara de Diputados. 

Y es que 1994 fue año negro para el país. Inició con el levantamiento zapatista en Chiapas, donde el saldo fue sangriento. Continuó con el asesinato de Luis Donaldo que provocó la fuga de capitales. Hizo una pausa en los comicios, donde un Ernesto Zedillo ganó por el voto sentimental de un electorado impactado todavía por el crimen del candidato presidencial original del PRI. Poco después del triunfo del priista se produjo el asesinato del guerrerense Ruiz Massieu y culminó ese trágico año con el error del diciembre que dejó endeudado al país y su población. 

Uno de los peores años dentro del México moderno que dejó grandes secuelas y hondo pesar entre la población que atónita veía el desarrollo de los asuntos. 

En la actualidad muchos se continúan preguntando que sería del país si no hubiesen ocurrido esas desgracias de levantamiento armado, asesinatos, devaluaciones y los acontecimientos siguiesen la ruta que parecía trazada. 

Hay quienes creen que parte de los desenlaces del año siguiente, se habrían detenido y en México se seguiría viviendo dentro del poderoso círculo de un poderoso partido excluyente y las grandes fortunas consolidadas al amparo del salinismo seguirían marcando el rumbo económico del país. 

Como él hubiera no existe y son los hechos desarrollados durante los 27 años reci8entes los que dan cuenta de la historia del país, la interrogante continua, siendo hasta la fecha poco creíble que lo sucedido en Lomas Taurinas fue simplemente la ocurrencia de un asesino solitario que quería fama, a partir del crimen. 

27 años después, las versiones han cambiado en diversas ocasiones y todos seguimos esperando a que se devele el misterio que acompañó el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI. 

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La inclusión de Beatriz Mojica como candidata plurinominal a una diputación local en Guerrero la pone en el arranque de la coordinación de la diputación de MORENA en el próximo Congreso estatal. 

Lupita Jones, candidata de la alianza PAN, PRI, PRD en Baja California reconoce como su bienhechor para la candidatura al ex dirigente de COPARMEX, Gustavo de Hoyos, quien se decía sería el abanderado de Acción Nacional y decidió no aventurarse ante la segura posibilidad de perder. 

Finalmente, Ricardo Ahued decidió contender a la alcaldía de Xalapa, con el apoyo de MORENA, por lo que solicitó nuevamente licencia como senador. 

Email; ramonzurita44@hotmail.com