Muchos la consideran la primera muerte que ocurre en Alemania relacionada con las reglas para controlar la pandemia de covid-19.
El cajero de una estación de gasolina fue asesinado a tiros el sábado en la localidad de Idar-Oberstein (región de Rheinland-Pfalz, en el suroeste del país), tras una disputa por el uso de la mascarilla facial.
El sospechoso del ataque ha sido relacionado con las teorías de conspiración sobre la pandemia del coronavirus.
Identificado solamente como Mario N, los investigadores creen que el sospechoso es un simpatizante de la extrema derecha y un negacionista del covid-19.
La canciller, Ángela Merkel, condenó la muerte del trabajador de 20 años, calificándola como un crimen "atroz".
La Fiscalía dijo que el asesino había intentado comprar cerveza en la estación de gasolina, pero abandonó el local cuando el cajero se negó a atenderle debido a que el cliente no estaba usando mascarilla facial.
Una hora y media después, el hombre regresó, esta vez usando una mascarilla. Comenzó a discutir de nuevo, se quitó las mascarilla y le disparó al cajero en la cabeza.
El sospechoso de 49 años de edad se entregó a la policía el domingo.
Las autoridades no han revelado el nombre de la víctima.
El asesinato, que se produjo a pocos días de que los alemanes acudan a votar en las elecciones parlamentarias de este domingo, generó una gran conmoción y rechazo.