Recuperar la confianza del pueblo en su gobierno y la administración del Estado de México es tema fundamental que hoy, en el Centro de Convenciones de Toluca, se trata en el primer Foro “Cero corrupción. Gobierno del pueblo y para el pueblo” convocado por la Gobernadora Maestra Delfina Gómez Álvarez para la elaboración del Plan de Desarrollo Estatal del período sexenal, con visión de largo plazo, y seguirán siete foros más hasta el 15 de diciembre en Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, San Felipe del Progreso, Naucalpan, Valle de Bravo, Texcoco y Tejupilco, de forma presencial y a distancia, para permitir la mayor participación de la ciudadanía, y con sus propuestas enriquecer la propuesta gubernamental.
Agradezco la invitación para presentar algunas ideas respecto al Derecho al Buen Gobierno y la Buena Administración Pública. Siempre será tema de actualidad, principalmente en el inicio del nuevo gobierno, porque en el pasado no había día sin que surgiera un nuevo escándalo de corrupción, ineficiencia, de abusos de la autoridad, de impunidad y de fracasos, centralismo, mediocridad, clientelismo y patrimonialismo, porque nada pasaba, todo se encubría, hasta olvidarse. Para muestra, la situación lamentable que vive Toluca, nuestra capital del Estado, en donde el Presidente Municipal es un prófugo de la justicia. Miles de servidores públicos atrapados en un marco constitucional y legal proclive al favoritismo y al nepotismo que indignan a todos, menos a los beneficiados del sistema que generaron la desconfianza ciudadana llevada a niveles tan bajos que quienes van a realizar algún trámite para lograr su objetivo, se resignan a la extorsión de las autoridades. Se generaron calificativos despectivos a la burocracia como el de “presupuestívoros” para señalar a los funcionarios dedicados a gastar lo que pudieran y a demandar más, como si el monto del gasto público fuera infinito, pero que en la realidad era dispendio, despilfarro y saqueo maquillado. O los “gobernícolas” porque eran incapaces de lograr un empleo fuera del presupuesto gubernamental, independientemente de que se convertían en presuntos “todólogos”, porque cabían en cualquier cargo.
Por ello, debemos luchar por reivindicar principios y valores de los servidores públicos para lograr el buen gobierno y la buena administración pública, prestar mejores servicios públicos a los ciudadanos. Pasar de sistemas y procedimientos oscuros a otros transparentes, con rendición de cuentas, en donde cada quien sea responsable de los resultados que se logren con las atribuciones legales otorgadas y los recursos de los contribuyentes ejercidos: cero corrupción.
