El gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca esta acorralado por su propio pasado y no por una persecución política como él mismo se esmera en afirmar, es por las acusaciones que le imputa la Fiscalía General de la República de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada, por lo cual la Cámara de Diputados ya inicio un proceso de desafuero en su contra. Tan desesperado está el mandatario de Tamaulipas que no le importó poner en riesgo la vida de miles de personas, es así, que el pasado fin de semana, las autoridades sanitarias del estado que gobierna pasaron extraordinariamente de un semáforo epidemiológico en naranja a verde, esto con la finalidad de que se pudieran llevar a cabo marchas a su favor. 

 Pocas fueron las marchas que se concretaron, en ninguna la cifra de supuestos manifestantes superó la cifra de los 50 mil; en la gran mayoría, los asistentes eran trabajadores del gobierno del estado; y en todas, hubo denuncias de burócratas, transportistas, comerciantes informales que fueron obligados a asistir con amenazas de bloquear o cortar sus vías de ingreso. Lo anterior es una muestra del miedo que tiene encima Cabeza de Vaca, sabe que las acusaciones que pesan en su contra son serias y que muy probablemente estén bien solventadas, también revela la solvencia moral del tamaulipeco, a una persona que no le importa aumentar los contagios de Covid-19 y con amenazas obligó a cientos de personas a demostrar un apoyo que es inexistente. Uno de sus compañeros aliancistas, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro se deslindo de inmediato, lo cual no es gratuito, entre lobos se conocen. Por su parte, su homólogo de Chihuahua Javier Corral negó enfáticamente que, en el seno de la Alianza Federalista, existiera consenso para respaldar al mandatario tamaulipeco frente al supuesto embate político de la Federación. Si la unión era la fortaleza de la Alianza Federalista, para mí está aniquilada. 

 Como van las cosas, es muy probable que el periodo de gobierno de Cabeza de Vaca concluya antes de lo planeado, parte de las acusaciones contra del gobernador derivan de una averiguación previa iniciada por una denuncia interpuesta de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos. En ella, el nombre de Cabeza de Vaca aparece en el listado de al menos 17 políticos, incluyendo los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. El tamaulipeco fue señalado por Lozoya como uno de los personajes que recibió cantidades millonarias, derivadas del caso Odebrecht, para aprobar la reforma energética del sexenio pasado.