logo
header-add

Alcoholismo o trastorno por consumo de alcohol

por Redacción
06-03-2022

Comparte en

Los trastornos relacionados con sustancias son aquellos que anteriormente se denominaban trastornos adictivos. En otras palabras, aquellos trastornos en los que se ingiere algún tipo de sustancia que puede ser legal o ilegal.

En este caso, vamos a hablar sobre el alcoholismo, un trastorno relacionado con una sustancia legal que se puede comprar en cualquier establecimiento de alimentación. Esto es, es una sustancia accesible y esto hace que tenga una gran prevalencia. 

Es un tipo de trastorno que puede tener consecuencias graves tanto en las personas que lo padecen como en sus familiares o amigos. Por eso, vamos a dedicar una entrada a hablar sobre ello.

El alcoholismo, también conocido como trastorno por consumo de alcohol, es un trastorno que se tiene que producir durante al menos un año para que pueda ser diagnosticado. Además, según el DSM-5 (APA, 2013), debe ir asociado a, por lo menos, la presencia de dos de los siguientes síntomas:


  •     Se bebe alcohol durante más tiempo de lo previsto o en mayor cantidad de lo pensado inicialmente. Es decir, hay una pérdida de control.
  •     En alguna ocasión se ha intentado dejar el consumo de alcohol, pero no se ha podido.
  •     Se emplea una gran cantidad de tiempo en recuperarse de los efectos secundarios del alcohol (resaca), en beberlo o en conseguirlo.
  •     Existe un deseo irrefrenable o una necesidad de beber alcohol.
  •     El consumo de alcohol está asociado a no cumplir con las obligaciones familiares, académicas, laborales o de cualquier otro ámbito importante.
  •     Se bebe alcohol, aunque esto haya causado problemas generados o aumentados por estar en un estado de embriaguez. 
  •     Al beber alcohol se dejan de lado actividades sociales, profesionales, etc.
  •     Se consume alcohol, aunque esto pueda suponer poner en riesgo la integridad física.
  •     Se consume alcohol, aunque se sabe que ha tenido efectos negativos para la salud, tanto físicos como psicológicos.
  •     Se produce tolerancia, entendida como: tener que beber cada vez más alcohol para conseguir el efecto deseado o se nota que el efecto del alcohol va disminuyendo, aunque se consuma la misma cantidad de alcohol que otras veces.
  •     Se produce abstinencia, entendida como: hiperactividad, etc. (hablaremos de esto en los siguientes apartados) cuando se deja de consumir o cuando se consume alcohol para intentar evitar los efectos que tiene la abstinencia. 

Dependiendo de la cantidad de síntomas que se produce se pueden establecer la gravedad. Se considera leve si tan solo se producen 2 o 3 síntomas, moderado si se presentan 4 o 5 síntomas y grave si se dan 6 síntomas o más.