El gobierno alemán rebajó el miércoles su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto para el 2022 a 3.6%, frente a 4.1% que esperaba a finales del año pasado.

La recuperación debería recobrar fuerza posteriormente “tras el esperado aplanamiento de la tasa de infecciones” y el fin de los problemas de suministro en la industria, añadió.

Estas proyecciones para el año en curso parecen más pesimistas que las comunicadas anteriormente por el banco central alemán (4.2% de crecimiento) o el instituto de estadística IFO (3.7 por ciento).

La escasez de materiales en los mercados mundiales está afectando a la industria manufacturera, sector clave de la mayor economía europea, y aumenta también las presiones inflacionarias.

Además, el gobierno alemán espera que la inflación siga acelerándose este año, en contra de las previsiones anteriores, lo que probablemente provocará un aumento de las demandas salariales por parte de los sindicatos, dijo el Ministerio de Economía en su informe económico anual.

El gobierno prevé una tasa de inflación nacional de 3.3% para este año, tras un cálculo de 3.1% en 2021, ya que el aumento de los costos de la energía y la escasez de semiconductores y otros productos intermedios siguen haciendo subir los precios en general, dijo el miércoles el Ministerio.