De Lucha Villa, Chavela Vargas, José Alfredo Jimenez, Pedro Infante, los tríos y los boleros a los sonideros, Avándaro y los Tepetatles, Carlos Monsiváis fue de los pocos intelectuales o “quizá el único que como buen cronista vio el futuro de la música, en su presente”.
A 10 años del fallecimiento del escritor mexicano -casi 11, el 19 de junio de este año- el Museo del Estanquillo planeó como una de sus nuevas exposiciones, una que refiere al lado musical del también periodista.
De acuerdo con Henoc de Santiago, director del museo, el proyecto, que aún no tiene nombre definido, es un trabajo conjunto con la Fonoteca Nacional para mediados de 2021.
Sobre lo que forma parte de esta exhibición, Aldo Sánchez, director del área de difusión y relaciones públicas del Museo del Estanquillo explicó que va desde la “reflexión excepcional de Monsiváis acerca de la música a través de la crónica”, hasta partituras, fotografías, libros, LP y discos.
Para comprender las repercusiones que la música tuvo en la sociedad a través de la mirada del autor de “Amor perdido”, el Museo del Estanquillo dividió la exposición en seis ejes temáticos, el primero aborda la música del teatro de revista, un subgénero dramático de la comedia que se desenvuelve en un tipo de espectáculo, donde el escritor notó un feminismo naciente.
El segundo que tiene ver con con la canción romántica y el bolero, en esta parte no sólo presencia el surgimiento de grandes voces como la de Juan Gabriel y Luis Miguel, sino también el fenómeno de la XEW como la radio que marcó la pauta de lo que se escuchaba desde las tiendas hasta las casas más adineradas.
El siguiente eje aborda el tema de la música en el cine y el bolero ranchero, el retrato de la revolución mexicana y la fantasía campirana en el séptimo arte, así como la legitimación del machismo en ambas; en el cuarto el autor de “Días de guardar” se aproxima a los espacios urbanos de música en donde se realizaba el baile de salón y los sonideros; mientras que el quinto se comprende la afición y el conocimiento de Monsiváis por la música góspel, el blues y el jazz.
En su último eje, el Estanquillo exhibe la relación del escritor con el rock, sus gustos, su crónica y su visión sobre eventos como Avándaro, los artistas de la música de la ruptura y su colaboración con los “Los Tepetatles”, banda para quien Monsiváis componía la letra de las canciones.
Sobre la actividad del Estanquillo en medio de la pandemia, Henoc de Santiago compartió que el museo mantuvo el proceso de revisión, catalogación, registro y conservación del acervo a puerta cerrada y a distancia.
“El año pasado cerramos con el registro de más de cuatro mil piezas”, explicó el director del museo del Estanquillo, quien también señaló que permanece la realización de actividades virtuales.
Ante la reapertura del recinto el 6 de marzo, De Santiago reflexionó sobre la situación de los museos, haciendo un llamado para apoyar a los museos privados: “si un museo público o privado desaparece nos afecta y nos duele a todos”.
Además del legado de Carlos Monsiváis, el Museo del Estanquillo resguarda obra de importantes figuras del arte y la cultura como José Guadalupe Posada, Julio Ruelas, Leopoldo Méndez y el Taller de la Gráfica Popular, Miguel Covarrubias, Nacho López, Héctor García, Armando Herrera, Vicente Rojo, Francisco Toledo, Rafael Barajas “El fisgón”, Andrés Audiffred, Eduardo del Río “Rius”, entre otros.