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Alumnos y sus papás se las ingeniaron para no cumplir con la ley

por Redacción
06-04-2025

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Apenas suena el timbre del recreo y Alejandro saca una lonchera más grande de lo normal. El alumno de tercero de primaria en una escuela de la Alcaldía Gustavo A. Madero tiene hambre… de hacer negocios. No es el único estudiante que piensa así.

Tras la prohibición de la venta de papitas, comida chatarra y refrescos en las escuelas y como si se tratara de un ‘examen de mate’, los alumnos se han sacado un 10 en ingenio para ‘saltarse la ley’.

Mientras Alejandro vende gomitas, Cheetos y más papitas, Ana se encarga de vender sopas maruchan, las cuales prepara al instante con el agua caliente que lleva en un termo de dos litros. Felipe vende jugos y otras bebidas azucaradas.

Así como ellos tres, estudiantes de otros grados de primaria ya iniciaron su carrera como comerciantes ante la incredulidad de maestras y del personal de la cooperativa escolar que ya se quedó sin ventas, puesto que solo ofrece cócteles de fruta y agua embotellada para cumplir con la regla impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.