A partir de los presidentes civilistas surgidos de la postrevolución, los presidentes han tenido el cuidado de que antes eran procuradores y ahora fiscales de la república, sean personajes políticamente cercanos a su afecto.
Esa regla del sistema político mexicano fue alterada por el ex presidente Ernesto Zedillo cuando en un ilusorio intente de proyectar una impronta de pluralismo, designó como procurador al panista Antonio Lozano Gracia.
Se buscaba que la investigación del asesinato del gran ideólogo José Francisco Ruiz Massieu no tuviera ningún sesgo partidista.
Se creo una sub procuraduría para investigar el caso y Lozano Gracia encargó el delicado asunto al mentalmente inestable de Chapa Bezanilla.
El experimento resultó un desastre.
Chapa Bezanilla culminó sus investigaciones con la increíble mascarada de "La Paca", una vidente que encontró el cadaver del desaparecido Manuel Muñoz Rocha en la hacienda Las Mendocinas propiedad de Raúl Salinas de Gortari.
Ello y el comportamiento frívolo de Lozano Gracia obligaron a Zedillo a realizar un cambio en la procuraduría a la que llegó el divisionario Jorge Madrazo Cuéllar.
Y con ese criterio de cercanía política fueron designados Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez, Marisela Morales, Jesús Murillo Karam, Arely Gómez, Raúl Cervantes y Alberto Elías Beltrán.
Y ahora ante la versión de que el fiscal Alejandro Gertz Manero se encuentra en unas condiciones de salud que en el corto plazo le impedirán cumplir en un 100% sus delicadas funciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendría que buscar un sustito con el perfil de cercanía política.
Ya se barajan nombres para un eventual relevo de Gertz Manero.
Olga Sánchez Cordero tiene el perfil de cercanía. Pero con el antecedente de que el Chapo Guzmán Loera se le fugó a Arely Gómez sería difícil que AMLO optara por ella.
Igualmente se menciona al ex presidente de la Corte Arturo Zaldívar.
Y lo más apegado a las reglas del sistema político mexicano sobre la relación Presidente-Fiscalía lo representa el actual líder del senado Ricardo Monreal.
Pero todavía la reflexión presidencial sobre el tema no aterriza políticamente.