El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no entrará en polémica con el ex presidente de España, José María Aznar, quien criticó la petición de perdón solicitada al Reino de España por la conquista y los daños ocasionados a los pueblos originarios.
Desde Cuernavaca, el titular del Ejecutivo estableció que el planteamiento del perdón lo hizo al Rey Felipe VI de España, el cual no tuvo respuesta.
El titular del ejecutivo destacó la respuesta que a una misiva similar dio el Papa Francisco, quien en su carta al presidente López Obrador dijo que el proceso de evangelización tuvo momentos "de luces y de sombras".
Si bien Francisco reconoció que se cometieron abusos contra los pueblos originarios también habló de los beneficios que trajo la llegada de los europeos.
"Él habla también en la carta que me envía de que, así como se tienen que tomar en consideración los abusos hay también que equilibrar considerando las aportaciones que hizo la iglesia católica y que también hicieron los que colonizaron México desde España, para no tener posturas maniqueas.
"Él dice que son luces y sombras porque así son los procesos sociales" (...) "El Papa es muy cuidadoso y no tiene la intención de polarizar", puntualizó.