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AMLO se blinda políticamente con Adán Augusto López

por José Luis Camacho
27-09-2021

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José Luis Camacho Acevedo.

Al iniciar el trienio final de su sexenio, en el sistema político mexicano la regla no escrita ha sido que el mandatario en turno se blinda políticamente poniendo en la secretaría de gobernación a un personaje de su absoluta confianza.

Y eso es lo que hizo AMLO al investir como nuevo inquilino de Bucareli a su paisano y amigo Adán Augusto López.

El ahora ex gobernador de Tabasco cumple el perfil de quienes han seguido, y les ha funcionado, esa regla no escrita del sistema.

Debe ser de originario de provincia y, regularmente, haber sido gobernador de su entidad.

Los casos más cercanos han sido los de Miguel de la Madrid que designó al tabasqueño-poblano Manuel Barttlet.

Carlos Salinas inició su sexenio con el veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios y lo terminó con el chiapaneco Patrocinio González Blanco-Garrido.

Ambos, Don Fernando y Patrocinio, fueron gobernadores de sus estados.

Ernesto Zedillo integró en Gobernación a Esteban Moctezuma.

Pero en la emergencia creada por la insubordinación de Roberto Madrazo, trajo del Estado de México a Emilio Chuayffet.

El mexiquense salió a raíz del conflicto de la matanza de indígenas en Acteal.

Su lugar fue ocupado por otro ex gobernador, Francisco Labastida que fue mandatario de su natal Sinaloa.

Vicente Fox confío más en su esposa Marta Sahagún que en sus dos secretarios de gobernación, Santiago Creel y Carlos Abascal.

Ninguno era provinciano ni había sido gobernador.

Felipe Calderón le impregnó un sino fatal a la secretaría de gobernación.

Inició de acuerdo a la regla no escrita con el ex mandatario de Jalisco Francisco Javier Ramírez Acuña. Lo sustituyó por el campechano Juan Camilo Mouriño quien murió en un trágico accidente aéreo.

Lo reemplazó el capitalino Fernando Gómez Mont. Y al renunciarle por evidentes desacuerdos, escogió al bajacaliforniano Francisco Blake Mora, quien también pereció en un avionazo.

Finalizó el sexenio Alejandro Poiré ya solo para cerrar la puerta de la oficina.

Enrique Peña Nieto regresó a la regla no escrita y designó como jefe de Bucareli al hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong, quien había sido mandatario de su entidad.

Al final, cuando Osorio asumió la candidatura a senador, concluyó los días finales del peñismo el mexiquense Alfonso Navarrete Prida.

Hoy se reinventa el sistema político mexicano con López Obrador, quien pone al frente de la conducción política del país a un personaje de su total confianza como es Adán Augusto López.

El mensaje es que en el tramo final del sexenio importa más la lealtad que la experiencia.