José Luis Camacho Acevedo.
Por diversos flancos y metido
en debates de chile de dulce y de manteca, el presidente López Obrador,
voluntaria o involuntariamente; como estrategia bien calculada o simplemente
producto de su naturaleza de ser un animal político por los cuatro costados, está
sobrecalentando el ambiente electoral a solo tres semanas de que se realicen
las elecciones intermedias llamadas las más grandes de la historia democrática
de México.
Un ejemplo de lo anterior, son
sus declaraciones envalentonadas acerca de su intervención en las elecciones de
Nuevo León, entidad en la que Morena se ha desplomado en la competencia por la
gubernatura y que se complica más con la renuncia del que fuera su candidato a
la alcaldía de Monterrey Víctor Fuentes.
AMLO hace bien en no aceptar un
debate con el marrullero de Diego Fernández de Cevallos. El panista-salinista
efectivamente ha sido señalado por sus maniobras leguleyas en beneficio de
empresarios muy ricos, litigios que le han dejado al excandidato presidencial
pingües ganancias millonarias.
Pero no es propio de un primer
mandatario repasarle su historial a Fernández de Cevallos en la poderosa
tribuna que representa el atril de las “mañaneras”.
Mandar al carajo varios temas,
no solo el de la tragedia de la Línea 12, es una actitud, al margen de lo
estereotipado de la expresión, proyecta una impronta de intransigencia. Una
actitud que en el hombre que encarna el máximo poder político en nuestro país,
nos refleja que puede representar una peligrosa tentación al autoritarismo.
Las cotidianas condenas,
personales e institucionales, al presidente del Consejo del INE, Lorenzo
Córdova no contribuyen a una coordinación del proceso electoral en puerta.
Y pueden seguir los ejemplos
de injerencia presidencial en las elecciones.
Ante esa expectativa de
intervencionismo, la sociedad será finalmente la que realice la hazaña
formidable de que el proceso electoral en puerta se lleve a cabo en paz y con
credibilidad en sus resultados.
El llamado obligado sería:
¡Serenidad señor presidente!
EN TIEMPO REAL.
1.- López-Dóriga, el de más seguidores en Twitter
La cuenta de Joaquín López-Dóriga en Twitter obtuvo el primer lugar en
interacciones con 1.7 millones.
Además, López-Dóriga tiene 7.8 millones seguidores.
EL PASADO martes, Story
Baker publicó el ranking social de medios en México
correspondiente el mes de abril de 2021, donde destaca Joaquín López-Dóriga.
El reporte está basado en el desempeño de los publishers más
relevantes de México en las categorías: política, deportes, noticias generalistas
y negocios.
Felicitaciones al reconocido teacher López-Dóriga.
2.- San Juana Martínez recibió un esquinazo de la CNDH. El
organismo consideró que la petición de San Juana Martínez no procede. Por su
parte Gobernación declaró que el caso de San Juan es laboral y no periodístico.
¡Sopas!
3.- En Puebla, el gobernador Miguel Barbosa no quiere que sea
alcalde de la capital su “compañera” de partido, Claudia Rivera Vivanco. Por
ello se ve claro el apoyo al abanderado del PAN, quien es más cercano a Barbosa
al panista Eduardo Rivera Pérez que la aspirante Morenista.