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"Ana Karenina" le salvó la vida a un prisionero en confinamiento solitario

por Redacción
25-10-2021

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"Todas las familias felices se parecen entre sí; pero cada familiadesgraciada tiene un motivo especial para sentirse así".

Así empieza, magistralmente, la novela "Ana Karenina" de Lev Nikoláyevich Tolstói, más conocido como León Tolstói, el novelista ruso considerado como uno de los más grandes escritores de la literatura mundial.

Poco más de un siglo después de su publicación en 1877, empezó otra historia en África en la que su Ana Karenina tuvo un papel protagónico.

Una historia que comenzó con fuertes golpes en una puerta, pero que luego se desarrolló con discretos golpecitos en una pared que la salvaron la cordura, y probablemente la vida, a un prisionero político.

Era Mohamed Barud, tenía un grado en Geoquímica de una universidad británica y había llegado a finales de la década de 1970 a su patria, Somalia, en ese entonces gobernada con mano de hierro desde la capital, Mogadiscio, en el sur, por Mohamed Siad Barre, un exgeneral del ejército que había tomado el poder en 1969.

Barud era del norte, de la región llamada Somalilandia, donde un movimiento para derrocar a Barre se estaba engendrando.

Una noche de 1981, a las 3 de la mañana, Barud y su esposa Ismahan, una cajera del banco estatal de 20 años de edad, fueron despertados abruptamente por unos fuertes e insistentes golpes en la puerta de su casa.

En cualquier caso, eso es alarmante, pero los Barud tenían razones para temer lo peor.

Frustrado por lo que estaba pasando en Hargeisa (hoy capital de la declarada República de Somalilandia) -entre muchas cosas, la supresión de la libertad de expresión-, había escrito un panfleto crítico que, aunque no firmó, distribuyó entre sus amigos, solicitando que se lo pasaran a otros conocidos.

"Sabía que era peligroso pero cuando uno es joven siempre piensa que las cosas malas le ocurren a otros", le dijo Barud a Emily Webb de la serie de la BBC Outlook.

Poco después "un militar nos dijo que la gente de Seguridad Nacional se había enterado y que debíamos deshacernos de todas las copias".

Pero los servicios de seguridad se apoderaron de uno de los folletos y comenzaron la ofensiva.

Los golpes se hicieron cada vez más fuertes. Fue entonces cuando Barud se dio cuenta de que sus acciones no sólo tendrían consecuencias para él sino también para su esposa, quien lo acompañó a abrir la puerta.Los oficiales de los servicios de seguridad "estaban armados y le dijeron a mi esposa que me traerían de vuelta en menos de una hora. Ella y yo nos miramos y esa fue la última vez que nos vimos en 9 años". Barud fue interrogado antes de que lo llevaran a un lugar donde había otros prisioneros políticos, personas que se habían pronunciado contra el régimen de Barre, entre ellos uno de sus amigos cercanos: el doctor Adan Abokor, quien cuya ofensa había sido intentar concienciar sobre las malas condiciones del hospital que dirigía.

Se salvaron de ser ejecutados porque en el grupo de "traidores" había unos profesores y sus estudiantes salieron a las calles a protestar. Tras tres días de violentos enfrentamientos, la pena de muerte fue sustituida por cadena perpetua.