Es una enfermedad de origen mental. Las personas, por lo general chicas, que lo padecen tienen una preocupación excesiva por el peso, lo que les lleva a disminuir la cantidad de alimentos que ingieren y a seleccionar los de menor contenido en calorías. Este comportamiento implica una importante pérdida de peso, que puede llegar a una situación de desnutrición grave.
A veces, para adelgazar, realizan excesivo ejercicio físico, toman laxantes o diuréticos o se provocan el vómito. Habitualmente aparece en personas con tendencia a la insatisfacción personal. Buscan un cambio en su aspecto físico, y la pérdida de peso constituye un “éxito” que aumenta su autoestima.
Además de los síntomas principales, la anorexia suele traer asociadas complicaciones tanto físicas como psiquiátricas: trastornos o desaparición de la menstruación (regla), alteraciones en los huesos (llamadas osteopenia y osteoporosis) que a largo plazo conllevan fracturas y deformidades óseas, piel seca y caída del cabello por falta de vitaminas, problemas digestivos y cardiovasculares (hipotensión, mareos), síntomas de depresión y de ansiedad, y alteraciones en la atención y la concentración.