Para el presidente Andrés Manuel, Ricardo Monreal “está avalando la falsedad, la hipocresía y la politiquería del conservadurismo” con su voto en abstención con la iniciativa de ley para que la Secretaría de la Defensa Nacional se haga del “control operativo y administrativo” de la Guardia Nacional, votada el jueves pasado en la Cámara de Senadores con mayoría de los legisladores de Morena y sus aliados y dos abstenciones, una de ellas del coordinador de los del partido guinda y presidente de la Junta de Coordinación Política, justo por presidir a los senadores de la coalición política gobernante.
Aunque el “hombre fuerte” del Senado que no es lo mismo que “senador rebelde”, prometió a varios líderes opositores de Insurgentes y Reforma votar en contra de la iniciativa de ley presidencial, no se atrevió a tanto seguramente porque sus aspiraciones políticas para junio de 2024 y la precaución que no es sinónimo de miedo, “no andan en burro”.
Tan no andan en burro que el zacatecano que no nuclea a los Monreal Ávila que participan en política, dio respuesta al juicio presidencial sin mencionar a Obrador y con la mayor consideración al decir, el viernes 9: “No vamos a confrontarnos con nadie, no hay odios, no hay rencores, sólo amistad, reconocimiento y respeto”. Por cierto, la amistad es recíproca o no existe, sobre todo en México, donde muchos políticos e incluso periodistas se dicen en público amigos y se devoran con esmero en privado.
El doctor Ricardo también rehuyó a los colegas que le preguntaron sobre lo expresado en la mañanera realizada en Guadalupe, Zacatecas, por el Ejecutivo federal, quien dijo que el legislador “es libre de votar como quiera”, porque “somos libres” y “cada quien asume su responsabilidad”. Mientras que al gobernador David Monreal le brindó todo su apoyo y éste correspondió con reiterados agradecimientos, pero ni siquiera dijo bien los nombres del general secretario, el almirante secretario y el comandante de la Guardia Nacional que hacen posible la disminución de los altos índices delictivos zacatecanos. Si no saben improvisar, lean los discursos que redactan los asesores.
Pero eso sí, Ricardo Monreal expresó a estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana que él forma parte de una generación que va prácticamente de salida y les pidió “no doblegarse ni cambiar sus principios por dádivas, amenazas u ofrecimientos”. Justo el orador que no se distingue por honrar los principios que dice profesar, sino por actuar como un político fuera de serie por su pragmatismo y chantaje que lo condujo al liderazgo del Senado, después de jurar ante las “estrellas” más corruptas del periodismo oligopólico no lo aceptaría a cambio de la candidatura de Morena a jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Tal como promete no competir por la candidatura presidencial del oficialismo si no realizan elecciones primarias, dé usted por hecho que hará lo contrario porque para las oposiciones mediática, empresarial y partidista divididas o unificadas, no es un candidato atractivo, pues abundan los aspirantes. Como decía bien Fausto Cantú Peña, “ahora cualquier pendejo quiere ser candidato a presidente”.
Y porque cuando el señor no cuente con el apoyo de alrededor de 12 senadores de Morena que lo acompañarían en una búsqueda extrapartidaria, con lo cual perderían la mayoría en el Senado, lo excluirán de sus filas. Y él lo tiene muy claro ya que es un político sólido que conoce muy bien el juego que juega.
