El asesinato de los líderes
yaqui, Tomas Rojo y Luis Urbina, así como la desaparición de Lorena Valenzuela,
hermana de Mario Luna, vocero y líder de esta comunidad, no quedarán impunes,
así lo aseguró el Gobierno Federal.
El vocero de la presidencia,
Jesús Ramírez, dijo que se trabajará con la Fiscalía del estado y las
autoridades locales para garantizar la verdad y la justicia al pueblo yaqui.
Y es que la Fiscalía de
Sonora, confirmó que los restos localizados en una fosa clandestina en la
comunidad de Vícam, en el municipio de Guaymas, corresponden al activista
Yaqui, Tomás Rojo Valencia, quien había sido reportado desaparecido desde el 27
de mayo.
Rojo encabezó la defensa del
agua en Sonora en 2012, cuando el Gobierno del panista Guillermo Padrés,
anunció la construcción del acueducto independencia, para llevar el líquido
desde la cuenca del río yaqui hacia la capital del estado. Rojo fue amenazado
tras sus actos de protesta.
En torno, al caso de la
desaparición de Lorena Valenzuela, hermana de un líder de la comunidad, la
fiscalía informó que ya inició la búsqueda de la joven, a quien se le vio por
última vez el pasado 17 de junio.
A estos hechos, se suman
también el asesinato de Luis Urbina Domínguez, el 8 de junio, líder de la
comunidad yaqui, que, en los últimos años, junto a Tomás Rojo y otros
representantes, se opusieron a la construcción del gasoducto Aguaprieta, que
buscaba que Estados Unidos distribuyera de manera directa gas natural a la
Comisión Federal de Electricidad en Sonora.
La comunidad yaqui ha luchado
contra este plan energético, pues considera que afectaría terrenos que,
incluso, para este pueblo son considerados sagrados.