Las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos, que acordaron unánimemente en agosto un nuevo enfoque para la política monetaria, se mostraron rápidamente divididas en septiembre sobre cómo llevar a la práctica sus nuevos principios, según las minutas de la reunión del mes pasado.
“La mayoría de los participantes apoyaron proporcionar una orientación futura más explícita basada en resultados para la tasa de fondos federales” para desarrollar el nuevo marco de acción, según las minutas divulgadas el miércoles.
Sin embargo, los participantes en las deliberaciones del Comité Federal de Mercado Abierto también “discutieron una serie de cuestiones asociadas con proporcionar una mayor claridad” sobre los planes de la Fed.
Algunos querían una promesa sólida de impulsar la inflación por sobre el 2%, varios argumentaron que tales promesas hicieron poco para ayudar a la economía en esta coyuntura, y otros se agruparon en torno a otras opciones, según el documento.
El alcance del debate refleja la incertidumbre que enfrenta el banco central mientras navega por una recesión provocada por la pandemia mundial de coronavirus.
Algunos funcionarios señalaron que “en las próximas reuniones sería apropiado” ser más específicos sobre los planes para futuras compras de bonos, que actualmente se realizan a un ritmo de 120.000 millones de dólares mensuales.
También debatieron la incertidumbre en torno a la trayectoria de la economía, con “la mayoría” de integrantes preocupados de que el gasto fiscal federal pueda no resultar adecuado para abordar la escala de los problemas que enfrenta el país.
En septiembre, la Fed señaló que es probable que las tasas de interés se mantengan cerca de cero hasta 2023, y prometió esperar para subirlas hasta que la inflación alcance el 2% y se estime que superará moderadamente ese nivel durante un tiempo.
REUTERS