El sistema bancario mexicano cuenta con niveles de capital elevados y amplia liquidez para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia del coronavirus, dijeron las autoridades financieras locales el martes, tras actualizar el balance de riesgos del sector.
El pronunciamiento ocurre poco después de la ampliación del plazo de algunas acciones tomadas por las autoridades mexicanas para preservar el buen funcionamiento del sistema, así como de medidas para reestructurar créditos con la banca comercial.
“El sistema financiero mexicano se mantiene en una posición sólida. En particular, el análisis sobre los riesgos para el sistema bancario mexicano”, dijo el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), presidido por el secretario de Hacienda, en un comunicado.
No obstante, el consejo donde también participan representantes del banco central, de los reguladores bancarios y de las aseguradoras, aclaró que el sistema aún enfrenta retos respecto a la operación de los mercados, flujo del crédito, contención problemas de liquidez y gestión adecuada de riesgos.
“Algunas instituciones deben continuar los esfuerzos tendientes a diversificar sus fuentes de financiamiento”, dijo.
El CESF agregó que si bien existen “elementos de fortaleza” en intermediarios como casas de bolsa, entidades de los sectores seguros y fianzas, ahorros de retiro y fondos de inversión, otros como las sociedades financieras populares y las uniones de crédito muestran “un perfil de riesgo crediticio mayor”.
La economía de México se contrajo más de un 17% durante el segundo trimestre, abatida por los efectos del coronavirus, y el banco central local prevé que al cierre de año podría desplomarse hasta en un 12.8%.
Entre los riesgos internos para el sistema financiero identificados por el CESF prevalecen, además de la incertidumbre sobre la recuperación económica local, “el riesgo de ajustes adicionales a las calificaciones crediticias soberana y de Pemex”.
reuters