
El Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés) se unió al grupo de bancos que incrementaron sus tasas de interés al aumentarla un cuarto de punto, hasta 1%, su nivel más alto desde el 2009, con el objetivo de controlar la inflación que, según sus previsiones, superará 10% este año.
Los nueve miembros del BoE que fijaron las tasas votaron seis a tres a favor del incremento de la tasa de interés desde 0.75 por ciento. Sin embargo, Catherine Mann, Jonathan Haskel y Michael Saunders pidieron un aumento mayor hasta 1.25 por ciento.
El alza de tasas del BoE es la cuarta desde diciembre, el ritmo más rápido de endurecimiento de la política monetaria en 25 años.
La entidad dijo que la mayoría de sus autoridades cree que “un cierto grado de endurecimiento adicional de la política monetaria podría ser apropiado en los próximos meses”. Se eliminó la palabra “modesto” para describir la escala de incrementos que se avecinan.
El BoE dijo que la inflación británica alcanzaría su punto máximo más tarde que en otras economías avanzadas, debido a la limitación de las tarifas energéticas de los hogares. Las facturas de los combustibles se dispararon 54% en abril y el BoE previó un nuevo aumento de 40% en octubre, lo que afectará a la economía.
Asimismo, señaló que también preocupa el impacto de los nuevos confinamientos por el Covid-19 en China, que amenazan con golpear de nuevo las cadenas de suministro y aumentar las presiones inflacionarias.