El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará este jueves sus primeras acciones limitadas sobre el control de armas, según un alto funcionario de la administración.
Biden ordenará a su administración que endurezca las restricciones sobre las llamadas armas fantasma y los soportes estabilizadores que permiten que las armas se usen con mayor precisión.
Las acciones, que también incluyen proponer a un defensor del control de armas para dirigir la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), cumplen con el compromiso que hizo Biden después de dos tiroteos mortales el mes pasado de tomar medidas de «sentido común» inmediatas para abordar la violencia armada.
Pero quedan lejos de las acciones radicales que Biden prometió como candidato y que deben ser aprobadas por el Congreso, incluida la prohibición de las armas de asalto o la promulgación de verificaciones de antecedentes universales. Altos funcionarios de la administración enmarcaron estos próximos anuncios como pasos iniciales que serían seguidos por acciones adicionales más adelante, incluida la presión sobre los legisladores para que actúen.
El mes pasado, después de un tiroteo masivo en Colorado, Biden dijo: «No necesito esperar un minuto más, y mucho menos una hora, para tomar medidas de sentido común que salvarán vidas en el futuro». Pero ha reconocido que aprobar un nuevo y gigantesco plan de infraestructura, y no nuevas leyes de armas, es su principal prioridad legislativa.
Biden hará los anuncios el jueves desde la Casa Blanca junto a su secretario de Justicia, Merrick Garland, cuyo departamento será responsable de redactar las reglas propuestas.
Las armas fantasma son armas de fuego hechas a mano o autoensambladas que no tienen números de serie. Algunas se pueden fabricar en tan solo 30 minutos utilizando kits y piezas compradas en línea. Biden ordenará al Departamento de Justicia que emita una regla propuesta para «detener la proliferación» de esas armas, aunque un alto funcionario de la administración que anticipó la medida se negó a dar detalles sobre cómo podría funcionar específicamente la regla, prevista para dentro de 30 días.
Otra regla propuesta apuntaría a los soportes estabilizadores para pistolas, que ayudan en la precisión de las armas y controlan el rebufo. Según la nueva regla, los dispositivos, que el alto funcionario de la administración sostuvo que convierten las pistolas en rifles de cañón corto, estarían cubiertos por las regulaciones de la Ley Nacional de Armas de Fuego, incluido el requisito de registro. El atacante del mes pasado en Boulder, Colorado, usó una pistola modificada con un brazo ortopédico, según una fuente policial.
Los anuncios ocurren mientras se espera que el presidente proponga a David Chipman como el próximo director de la ATF, dijo a CNN un funcionario de la Casa Blanca. Chipman es un exagente de la agencia que se desempeña como asesor principal de políticas en Giffords, la organización dirigida por la excongresista Gabby Giffords, quien se convirtió en defensora del control de armas después de recibir un disparo en 2011.
La ATF no ha tenido un director permanente desde 2015.
Biden también planea anunciar nuevas inversiones en programas de intervención en comunidades propensas a la violencia; una directiva al Departamento de Justicia para que publique leyes modelo de «bandera roja» para los estados que permitan la remoción temporal de armas de fuego de personas consideradas en alto riesgo de lastimarse a sí mismas o a otros; y un informe completo sobre el tráfico de armas de fuego.
En conjunto, las acciones constituyen los primeros pasos reales de la administración de Biden para combatir la violencia armada. Dentro de la Casa Blanca, los esfuerzos para diseñar acciones ejecutivas han sido encabezados por la directora del Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, y el director de la Oficina de Participación Pública, Cedric Richmond, dijeron a CNN funcionarios de la administración y grupos de defensa de la seguridad de las armas.
Eso incluyó reunirse con algunos de esos grupos y presentar ideas sobre los pasos que Biden podría tomar por su cuenta. Algunos defensores habían estado pidiendo a gritos medidas a la administración, señalando la promesa de Biden de priorizar el control de armas durante su campaña.
Pero la reacción inicial de los grupos de defensa de la seguridad de las armas de fuego el miércoles por la noche fue positiva.
«Cada una de estas acciones ejecutivas comenzará a abordar la epidemia de violencia armada que se ha desatado durante la pandemia y comenzará a cumplir la promesa del presidente Biden de ser el presidente de seguridad de armas más fuerte de la historia», dijo en un comunicado John Feinblatt, presidente de la ONG Everytown for Gun Safety.
«Estas acciones ejecutivas tan necesarias comenzarán a salvar vidas de inmediato, y nuestro ejército de base de casi 6 millones de seguidores espera respaldar al presidente Biden mientras insta al Senado a seguir su ejemplo y actuar», dijo en un comunicado Shannon Watts, fundadora de Moms Demand Action.
Durante la campaña, Biden dijo que le encomendaría a su secretario de Justicia instituir una mejor aplicación de las leyes de armas existentes como un medio para frenar la violencia armada. También hizo una promesa de campaña para enviar US$ 900 millones para programas comunitarios destinados a combatir la violencia, algo que la administración está resolviendo cómo cumplir.
Después de los tiroteos del mes pasado, Biden pidió al Congreso que tomara medidas como recrear una prohibición de armas de asalto, y la vicepresidenta Kamala Harris, quien abogó por acciones ejecutivas durante la campaña, dijo a «CBS This Morning» que «si realmente queremos algo que sea duradero, tenemos que aprobar una legislación».
La Cámara de Representantes controlada por los demócratas aprobó el mes pasado una legislación sobre armas que ampliaría las verificaciones de antecedentes de todas las ventas comerciales de armas, pero los proyectos de ley enfrentan caminos más difíciles en el Senado, donde los demócratas tienen una escasa mayoría de 50-50 y necesitarían un apoyo republicano significativo para superar un obstruccionismo legislativo.
Biden reconoció durante una conferencia de prensa que su principal prioridad legislativa era aprobar un paquete de infraestructura y que creía que una sincronización cuidadosa era clave para el éxito de cualquier proyecto de ley propuesto.
Y ha reconocido que su capital político es limitado.
«Todavía no he hecho cuenta», dijo en marzo cuando se le preguntó si creía que tenía suficientes votos para aprobar reformas significativas.
A medida que la postura de la nación sobre las armas ha evolucionado, Biden ha sido figura importante en la mayoría de los momentos clave durante más de tres décadas, desde el triunfo de una prohibición de 10 años de las armas de asalto en 1994 hasta la decepción de un impulso fallido para la verificación de antecedentes universales a raíz de la masacre de Sandy Hook.
Los recientes tiroteos en Georgia y Colorado habían planteado la pregunta dentro del Ala Oeste sobre cuánto capital político debería gastar Biden en el asunto, que tan a menudo ha terminado en frustración.
CNN