Si tienes 30 años o menos, siempre has visto al cofundador de Microsoft, Bill Gates, en el primer o segundo lugar en el ranking de las 400 personas más ricas de Estados Unidos que publica anualmente la revista estadounidense Forbes.
Pero ese liderazgo parece haber llegado a su fin.
Por primera vez desde 1991, Gates no ocupa el primer lugar ni el segundo en la lista. Este año ocupa "apenas" el cuarto lugar, con una fortuna de US$134.000 millones, detrás del fundador de Amazon, Jeff Bezos; el director general de Tesla, Elon Musk; y el director general de Facebook, Mark Zuckerberg.
La principal razón es el mercado de valores. Pero eso no es todo.
"Una parte del patrimonio neto de Gates, al menos US$5.700 millones en acciones que cotizan en bolsa, fue para su exesposa Melinda French Gates después de que anunciaron su divorcio en mayo. Si tan solo su matrimonio y fortuna se hubieran mantenido intactos, Gates sería más rico que Zuckerberg, y estaría en el tercer puesto este año ", escribe Forbes.
Según la revista, casi una cuarta parte de la fortuna de Gates proviene de su participación estimada del 1,3% en Microsoft (valorada en US$31.000 millones al 3 de septiembre).
El resto proviene de su firma de inversión, Cascade Investment LLC, junto con otros activos como su vasta propiedad de US$143 millones en Medina, Washington, apodada "Xanadu".
"A través de Cascade, Gates posee una participación mayoritaria en los hoteles Four Seasons, el 14% del concesionario de automóviles AutoNation, participa en la empresa de gestión de residuos Republic Services, el fabricante de tractores Deere & Co., la compañía de trenes Canadian National Railway y mucho más", dice Forbes.
La composición de la fortuna de Gates también ha cambiado significativamente desde 1986, cuando Microsoft pasó a cotizar en la bolsa de valores. En ese momento, poseía el 45% de las acciones de la compañía, valoradas en US$315 millones (US$786 millones en valores actuales).
Sin embargo, al año siguiente, la recuperación de las acciones de Microsoft lo convirtió en el multimillonario más joven del mundo, con un valor estimado de US$1.250 millones a los 31 años.