El presidente de Brasil, ha asegurado este lunes que el pueblo brasileño “merece sufrir” si en las próximas elecciones presidenciales de 2022 vota al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que aún no ha confirmado su candidatura.
La referencia al exmandatario fue durante una conversación con un pequeño grupo de seguidores a las puertas de su residencia oficial, en la que también ha aludido a los “regímenes autoritarios” de izquierda que, en su opinión, “arruinaron” a toda Sudamérica.
La semana pasada, Lula recuperó todos sus derechos políticos, que estaban suspendidos por dos condenas a prisión que fueron anuladas por la Corte Suprema por un conflicto de competencias. Ahora, es barajado como candidato presidencial del campo progresista para 2022.
Las encuestas preliminares ya lo sitúan como favorito frente a Bolsonaro, cuya popularidad está en caída desde hace meses, sobre todo por su polémica gestión de la pandemia de coronavirus, que ya deja en el país más de 373.000 muertes y cuya gravedad el mandatario insiste en negar.
Bolsonaro también ha criticado la portada de la revista Veja que salió a la calle el fin de semana con una gran foto de Lula bajo el título “De vuelta al juego”. Con ironía, ha afirmado que sólo vio la portada, pues no lee revistas ni periódicos para “no contaminarse”. Además, ha admitido que su proyecto para la creación de un partido político propio, bautizado de antemano como “Alianza por Brasil” y que impulsa desde el año pasado, no termina de cuajar.
Para poder registrar ese partido, Bolsonaro debería reunir unas 500.000 firmas de electores y atender otros requisitos legales que hasta ahora no ha podido cumplir.
El mandatario ha señalado que, frente a esas dificultades, ahora la posibilidad de que sea creado ese nuevo partido, que promocionaba como el primero “realmente conservador” del país, es “muy pequeña”.
También ha explicado que, por eso mismo, está en conversaciones para afiliarse a otra formación, lo cual es una de las condiciones que impone la ley en Brasil para aceptar una candidatura.
Para las elecciones de 2018, que le llevaron al poder, Bolsonaro se había afiliado al Partido Social Liberal (PSL), con el que rompió poco después de asumir el cargo.
El mandatario hasta ahora no ha dicho cuál podría ser su próximo partido, pero aún así ha declarado que tiene “esperanzas para 2022” y en la aprobación de una reforma electoral que tramita en el Congreso. En ella propone acabar con el sistema de votación electrónica, del que desconfía pese a que el país lo usa desde hace más de dos décadas.
“Tengo la esperanza de que, con el voto auditable, realmente podremos cambiar a Brasil”, ha declarado Bolsonaro, quien impulsa ese proyecto que pretende reimplantar el sistema de voto por papeletas, pese a que las autoridades electorales sostienen que favorece los fraudes.