El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco de Brasil sorprendió ayer al elevar su tasa de interés de referencia Selic en 1.5 puntos porcentuales para llevarla de 6.25 a 7.75%, en una votación unánime.
Al inicio del 2021, la tasa de referencia se ubicaba en 2%, por lo que este último movimiento representa un aumento de 5.75 puntos porcentuales en lo que va del año, lo que, de acuerdo con analistas, es el ciclo alcista más agresivo de todo el mundo.
“Los recientes cuestionamientos sobre el marco fiscal incrementaron el riesgo de desanclaje con respecto a las expectativas de inflación, elevando la asimetría al alza en el balance de riesgos. Esto implica una mayor probabilidad de trayectorias de inflación por encima de la proyectada en el escenario base”, dijo el Copom en un comunicado.
El organismo detalló que las respuestas de política fiscal a la pandemia de Covid-19 deterioran la senda fiscal y pueden presionar la prima de riesgo del país.
“En este momento, el escenario base del Copom y el balance de riesgos indican que lo apropiado es avanzar en el proceso de ajuste monetario aún más hacia el territorio restrictivo”, agregó.
Las proyecciones de inflación del organismo en su escenario base se ubican en 9.5% para el 2021, 4.1% para el 2022 y 3.1% para el 2023.
Por lo tanto, asume una trayectoria para la tasa Selic de 8.75% hacia el 2021, de 9.75% para el 2022 y prevé una baja a 7.0% durante el 2023.
El banco central dijo que espera un ajuste de la misma magnitud para su próxima reunión de política monetaria que se llevará a cabo el 7 y 8 de diciembre.
Desde mediados del 2017, Brasil no había registrado una tasa por arriba de 7 por ciento.
Analistas han advertido que esto podría llevar a la principal economía de América Latina a una recesión, lo que aumentaría los riesgos de las políticas populistas anunciadas por el presidente Jair Bolsonaro, quien se espera busque un segundo mandato el próximo año.
“Seguimos siendo cautelosos sobre las perspectivas para el real brasileño para fines de año debido a estos riesgos de incertidumbre política y el impacto potencial en la inflación y la política monetaria que puede resultar de un ajuste excesivo”, dijo Emily Weis, estratega macro de State Street.
Riesgo de recesión
La economía de Brasil se está debilitando rápidamente y los analistas esperan que obtenga el peor desempeño entre los 20 principales países del mundo el próximo año, con algunos riesgos de recesión en el horizonte en una nación que se encamina a elecciones, mostró el jueves un sondeo de la agencia Reuters.
El crecimiento brasileño se desacelerará a 1.6% en el 2022 desde 5.1% en el 2021, el más débil entre las principales economías del Grupo de los 20, según el análisis de la última encuesta económica mundial trimestral de Reuters.
Brasil está atravesando una recuperación desordenada del impacto de la pandemia del coronavirus, a pesar de un repunte en el crecimiento del Producto Interno Bruto a una tasa esperada de 5.1% en el 2021, la más alta en una década.
No obstante, la inflación se ha disparado a niveles de 10%, mientras que el desempleo se mantiene cerca de registros récord.
La tasa de desempleo de Brasil alcanzó un nivel de 13.2% en el trimestre de junio a agosto, con 13.7 millones de brasileños desocupados, según datos publicados del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
Los nuevos planes para impulsar el déficit han sacudido los mercados internos. Los economistas culpan a la pérdida de disciplina presupuestaria del presidente Jair Bolsonaro antes de las elecciones generales de octubre del 2022.
“El país corre el riesgo de sufrir una recesión en el 2022, los riesgos definitivamente están sesgados a la baja”, dijo Olga Yangol, directora de investigación y estrategia de mercados emergentes de CA-CIB, Américas.
Bolsonaro prometió este mes ampliar un programa de asistencia social del país. En sí misma, la decisión implica desembolsos adicionales relativamente pequeños, pero es suficiente para violar las estrictas reglas fiscales.
“Las tasas de interés más altas, junto con la elevada inflación, la caída de la confianza y los precios más bajos de las materias primas, significan que uno o dos trimestres de contracción son una posibilidad clara”, dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics.
“Si las condiciones actuales persisten y el régimen fiscal finalmente cambia, creemos que las tasas de interés aumentarán a por lo menos 11.50% para fines del primer trimestre”, dijo Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics.