CHARLOTTE -- Muchas cosas pasaron por la mente de Cam Newton el domingo mientras se paraba en el logo de los Carolina Panthers en el Bank of America Stadium, arrancando su jersey número 1 para revelar una "S" en su pecho, como lo hizo tantas veces durante su primera etapa con Carolina.
Hubo la alegría de la multitud frenética, no solo por el acarreo para touchdown de 24 yardas del mariscal de campo, sino por tener al líder icónico de los Panthers en casa haciendo las cosas que durante la mayoría de sus primeras nueve temporadas (2011-2019) en la NFL lo hicieron especial.
También estaba el recuerdo de lo que Newton llamó su "Día de la Resurrección", el aniversario de su arresto el 21 de noviembre de 2008 por robar una computadora portátil mientras estaba en la Universidad de Florida.
"Fue una gran 'D' (derrota) en mi vida", recordó Newton sobre el arresto. “Siento que fue una gran cicatriz que terminó siendo mi mayor cicatriz. Estaba encarcelado. Simplemente iba a disfrutar el momento [de anotar el domingo]. Todavía voy a disfrutar el momento".
Newton sufrió una "D" diferente el domingo; una derrota por 27-21 ante Washington Football Team (4-6) y el ex entrenador de Carolina, Ron Rivera. Dolió, como admitió durante su conferencia de prensa posterior al juego, pero no tanto como para sentirse marcado como lo hizo en la cárcel hace 13 años.
Newton, de 32 años, se recuperó de eso para ganar un campeonato nacional universitario en Binn y un campeonato nacional en Auburn. Llevó a los Panthers al Super Bowl en 2015, mismo que perdió.
Está concentrado en hacer todo lo posible para recuperarse de la derrota del domingo que dejó a Carolina con un récord de 5-6 y fuera de los playoffs.