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Canela Fina

por Rubén Cortés
14-06-2022

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Los migrantes como moneda de cambio


El uso y abuso de los migrantes centroamericanos ha sido la clave del éxito del presidente de México, para conseguir la decisión política de Estados Unidos de aceptar, al sur de su frontera, un sistema populista, poco democrático y aliado de Rusia.


Empezó cuando, en 2018, Trump decidió que el gobierno mexicano entrante podría hacer y deshacer, siempre que persiguiera a los indocumentados que iban a Estados Unidos. Y Biden ha mantenido, básicamente, aquella decisión de Trump.


Por eso, la Casa Blanca aceptó la mayoría de las demandas comerciales de México en la renegociación del TLC, a cambio del compromiso de México de hacerle el trabajo sucio contra la migración.


Así se dibujan los mapas geopolíticos. Fidel Castro consiguió la decisión política de Kennedy de permitirle implantar el comunismo a 90 millas de Florida, cuando dejó que Khrushchev instalara armas nucleares en Cuba. La decisión de Kennedy perdura hasta hoy.


De ahí que la carta migratoria persista como el único martillo del gobierno mexicano con la Casa Blanca. Con el amigo antimigrantes Trump, le advirtió a los migrantes: “No son bienvenidos”. Con el enemigo ideológico Biden, escolta las caravanas de migrantes.


Durante el gobierno de Trump, emitió una durísima circular contra quienes intentaban cruzar el país con rumbo a Estados Unidos:


—Si quieres cruzar nuestro territorio, tienes que decir a qué vienes.


—Si quieres cruzar nuestro territorio, tienes que decir por qué vienes.


—Y probablemente lo que te vas a encontrar, es que te vamos a decir que no.


—Porque le vas a crear un problema a nuestro país.


Ahora, con Biden, quien no es amigo como era Trump, despliega sus fuerzas armadas para custodiar a quienes intentan cruzar el país con rumbo a Estados Unidos:


“Desde luego, son gente que está necesitada, quiere trabajo”, explica ahora el presidente mexicano.


La verdad es que los migrantes son usados por la actual administración mexicana como moneda de cambio según sus necesidades políticas: ayer, para evitar aranceles contra su acero; hoy para ayudar a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.


Lo explicó el propio Trump, al revelar una conversación con el canciller Marcelo Ebrard, en Washington, entre el 2 y el 7 de junio de 2019:


“Entró y se ríe de mí cuando le digo: ‘Necesitamos 28 mil soldados en la frontera, gratis’. Él me miró y me dijo algo como ‘¿Desplegar soldados, gratis?’ ‘¿Por qué haríamos eso en México?’ Le dije: ‘necesitamos algo llamado ‘Quédate en México’”.


“Entonces él me miró y me dijo: ‘¡Señor: será un honor tener 28 mil soldados en la frontera! ¡Será un honor tener ‘Quédate en el Maldito México’! ¡Queremos tener ‘Quédate en México!’”


Toda una lección de cómo hace política exterior el gobierno actual.