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Caro Quintero, mismo criminal en dos Méxicos

por Felipe León López
29-07-2022

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La detención de Rafael Caro Quintero abrió viejas historias, leyendas urbanas, conjeturas y muchas especulaciones alrededor de su persona y supuesto liderazgo entre los narcos mexicanos.  Claro, en este momento muchos quieren saber más sobre el trabajo de inteligencia para su ubicación y aprehensión; las deudas pendientes de los crímenes en que se le involucra y el impacto que podría generar por los presuntos secretos que tiene en su haber y de que, dicen, podría dejar mal parado a más de un político o gente de negocios, tanto de México como de Estados Unidos.

Demasiado humo alrededor y poca sustancia. Pero que vale la pena hacer algunas acotaciones sobre el significado e impacto real de este personaje. 

PRIMERO, ninguna detención de un delincuente como Caro Quintero hubiera sido posible sin trabajo coordinado entre la inteligencia de nuestro país y el apoyo de las agencias estadounidenses. 

SEGUNDO, el  pacto de silencio fue con el viejo PRI a cambio de dejar intocados sus jugosos y grandes negocios, los cuales administran sus hijos y sobrinos, y hasta donde ha trascendido habrían patrocinado a varios candidatos en Jalisco, Sinaloa, Sonora, Guerrero y Quintana Roo; estados donde, por cierto, tienen presencia los operadores del capo al que muchos creíamos neutralizado. Así que difícilmente rompería el acuerdo a pesar de los cambios de representes de los gobiernos federales y estatales. 

TERCERO, a diferencia del punto anterior, en que todo estaba bajo control de las autoridades mexicanas, incluyendo permitir o no entrevistas; esta reciente aprehensión tiene fines de extradición a los Estados Unidos, donde la justicia de ese país buscaría procesarlo principalmente por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, aunque nadie descarta que deba aportar datos de otros temas.

Y CUARTO, como toda captura de personajes de alto perfil y extraditado a los Estados Unidos, dejemos de lado las especulaciones de que caerán peces gordos de la política y los negocios de México y los Estados Unidos, que saldrán a la luz la verdad de crímenes como el de “Kiki” Salazar y Manuel Buendía, de su vinculación a ex funcionarios y militares de la época de Miguel de la Madrid, o el financiamiento del narco mexicano a las contrarrevoluciones en Nicaragua, El Salvador y Colombia. 

Nada, desde que nuestros gobiernos han extraditado a narcos como los Arellano Félix, los Cárdenas Guillén o los Treviño, nada han descubierto, como tampoco ha pasado a mayores los juicios a ex policías como el legendario Guillermo González Calderoni o incluso Genero García Luna. Mucho menos ha pasado algo relevante con políticos como los ex gobernadores de Tamaulipas  Eugenio Hernández y Tomás Yarrington. 

Rafael Caro Quintero, sin embargo, podría servirnos para hacer un balance sobre la situación del crimen en México, porque  este persona pertenece, por sí mismo, a dos generaciones distintas del narcotráfico en México y el mundo. Se trata de una figura de interés para entender cómo estábamos y hacia dónde vamos en materia de delincuencia organizada, poder político, fortaleza institucional y consumo de drogas. 

En su primera época, el grupo de narcotraficantes sinaloenses y chihuahuenses al que pertenecía Caro Quintero habían conformado la “federación de mariguaneros”, dedicados exclusivamente a traficar cannabis y sin depender de los narcos colombianos a los Estados Unidos, teniendo como epicentro de negocios la ciudad de Guadalajara. Hoy, los grupos delictivos dejaron la mariguana y paulatinamente la amapola, ahora controlan el tráfico por cocaína y todo el ciclo de producción de las drogas sintéticas, además de operar como transnacionales del crimen en todas sus modalidades: secuestros, extorsiones, la trata, tráfico de especies, maderas y de personas, además de tejer redes de lavado de dinero tan sofisticadas que van delante de la inteligencia financiera internacional. Además, el territorio mexicano dejó de ser sólo un trampolín y dependiente de los grupos sudamericanos, pues ahora nuestros paisanos lideran todo. 

En sus años de gloria del grupo de Caro,  en el primer lustro de la década de 1980, el país vivía la crisis económica derivada de la llamada “docena trágica”, es decir, los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo que dejaron las arcas nacionales vacías, la administración envuelta en alta corrupción, nepotismo, elefantes blancos y derroches. En ese entonces, el gobierno comenzaba de dejar atrás al populismo como modelo de administración y en la política de seguridad, el Estado aún mantenía el monopolio de la violencia y eran los asaltos los delitos más comunes. 

Hoy, luego de un largo periodo de gobiernos neoliberales, la ciudadanía buscó una opción diferente y estamos en la llamada cuarta transformación, la cual parece tener muchas coincidencias administrativas de la “docena trágica” y además  en su operación participan varios de los actores clave de los años de gloria del grupo Guadalajara. Y sí, lamentablemente, a diferencia de hace más de 30 años, el crimen está empoderado y tienen control de amplias regiones del país pasando por encima de cualquier autoridad e institución.  Los cárteles mexicanos ya no dependen de las órdenes de los grupos sudamericanos, sino que ahora los aquí ordenan ese mercado del crimen.   Lo más triste; en esos años, el país no era considerado consumidor de drogas, como ocurre hoy en día, en que el consumo de los estupefacientes crece de manera acelerada. 

En fin, el tema de Caro Quintero debería servir para reubicarse y reflexionar en qué seguimos fallando, no para andar jugando a conjeturadores ni especuladores. Pero ustedes, tienen la mejor opinión. 

CORCHOLATERO. El FPFV con Claudia Sheinbaum y Clara Brugada.  El pasado 18 de julio, 14 de 16 organizaciones sociales integrantes del Frente Popular Francisco Villa, so pretexto del aniversario luctuoso del general revolucionario anunciaron su reagrupamiento en una gran coordinación estatal y nacional con el fin de participar políticamente ante el acecho de las derechas. Con este fin, el próximo 20 de julio realizarán una gran movilización en el monumento a la Revolución a la que se esperan invitados como la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, las alcaldesas de Iztapalapa Clara Brugada M y de Venustiano Carranza, Evelyn Parra así como otros actores políticos. Se refrendó una alianza con la llamada "Cuarta Transformación" y se buscará llegar a acuerdos con el partido Morena CDMX.  Si bien negaron sea una cargada a favor de la jefa de Gobierno y la alcaldesa iztapalapense, sin duda, la señal del movimiento urbano popular comienza a tomar vuelo, a menos que el jefe de Palacio indique lo contrario y entonces todos a recular. 

El Grupo Tabasco toma al Tren Maya.  El heterogéneo grupo político que acompaña al presidente Andrés Manuel López Obrador, toma fuerza con la decisión de declarar asunto de “seguridad nacional” la conclusión de la obra que pretende impactar económica y socialmente al sureste del país. Es decir, Adán Augusto López Hernández, quien controla SEGOB y además manejos presupuestales, liderará a Rosa Icela Rodríguez (tabasqueña por adopción) y a Javier May para llevar a cabo la instrucción presidencial.


Contacto: feleon_2000@yahoo.com