Los programas de Roberto Gómez Bolaños, uno de los íconos de la comedia en la televisión mexicana y con más de 50 años en la programación en la televisión de México y otros países, ya no se transmitirán más debido a que Grupo Televisa y Grupo Chespirito no pudieron llegar a un acuerdo.
A través de su cuenta de Twitter, Roberto Gómez Fernández, hijo del comediante y director de la productora, informó que están buscando que regrese a la pantalla chica y dijo que la decisión es triste para él y su familia.
Aunque tristes por la decisión, mi familia y yo esperamos que pronto esté Chespirito en las pantallas del mundo. Seguiremos insistiendo, y estoy seguro que lo lograremos”, escribió.
Graciela Gómez Fernández, también hija del comediante lamentó que Televisa considere que los programas “ya no valen nada”.
Es una pena que quien más se benefició de los programas de Chespirito hoy afirmen que ya no valen nada. A sus hijos nos dejó su cultura, su amor, su ejemplo, su estilo… Esa riqueza no se puede cuantificar. Los intereses económicos no están en la familia”, anotó la hija de “Chespirito”.
Ninguno de los dos hijos de Gómez Bolaños, reveló los motivos de esta decisión de ambas partes, pero muchos de sus seguidores en México y América Latina expresaron su desconcierto; incluso, hubo quien consideró esta medida como una “catástrofe”.
Según el periodista de Univisión, Raúl Brindis, el viernes pasado fue el último día de transmisión ininterrumpida de los programas en televisión e Internet, tanto en México como en el extranjero.
Por problemas económicos y legales entre Grupo Chespirito y Televisa se ha detenido toda transmisión de sus programas en televisión abierta en México y más de 20 países. El 31 de julio fue el último día de transmisión ininterrumpida de los programas de Roberto Gómez Bolaños, escribió.
Cabe mencionar que Roberto Gómez Bolaños fue creador de personajes que han trascendido fronteras como “El Chavo”, “El Chapulín Colorado” y “El Doctor Chapatín”, “El Chompiras”, entre otros.
Su programa logró entrar a la casa de decenas de generaciones de diferentes países, que hasta hoy veían sus programas.