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Chiapas 1994. Chiapas 2024.

por Felipe León López
14-06-2023

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El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una vez más, ha reactivado sus

movilizaciones y el pasado 8 de junio llevó a cabo la jornada global de protesta y exigir

que cese la guerra contra sus comunidades. El pasado 22 de mayo en las localidades

de Moisés y Gandhi, en Ococingo, comunidades de Frontera Comalapa sufrieron

embestida violenta de las pandillas vinculadas a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva

Generación que, como en otras partes del país, realizan levantamientos y

reclutamientos forzados de jóvenes, despojos de tierras e instauración de un “estado

paralelo”, que les cobra derecho de piso y todas sus actividades de economía social.

Más de tres mil habitantes de unas 500 familias han sido desplazados sin que ninguna

autoridad federal o local hagan algo.

El municipio de Frontera Comalapa es actualmente el foco rojo de la entidad, pues el

CJNG a través una agrupación conocida como “El Maíz” (“Movimiento Agrario

Indígena Zapatista”) tienen amedrentada a la población con ejecuciones, amenazas,

emboscadas, masacres y todo aquello que creíamos haberse superado desde la

matanza de Acteal.

El año pasado, justamente entre junio y agosto, se advirtió que la situación de

violencia en Chiapas estaba saliéndose de control y que podría desatarse una “guerra

civil”. Las voces han sido minimizadas, tanto el gobierno del estado como la federación

reiteran que todo está bajo control. Sin embargo, más de un actor político comenta

que el gobernador Rutilio Escandón sólo se sostiene porque su cuñado, el secretario

de Gobernación Adán Augusto López Hernández, lo sigue protegiendo.

Hace unos días, un ataque directo contra Gilberto López Santis, miembro de las Bases

de Apoyo del EZLN, desató a las organizaciones adherentes a la Sexta Declaración de

la Selva Lacandona quienes en todo el país exigieron el cese a las hostilidades y que la

federación atienda ya esta crisis.

La situación es delicada. En los últimos tres años han surgido al menos cuatro grupos

autollamados de “autodefensa” contra los cárteles de la droga que se disputan el

territorio chiapaneco. Pero no es nuevo, en noviembre de 2021 se vieron circular

videos de “columnas guerrilleras”, pero bajo el mote de autodefensas en los

municipios de Altamirano, Chenalhó y las comunidades de Simojovel y Pantelhó.


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Observadores apuntaron de inmediato que esta es parte de la respuesta militar del

EZLN a los paramilitares del narcotráfico.

Y es que todo es un gran cóctel que no quieren ver, ni oír, ni analizar. La disputa del

territorio chiapaneco se acentúa por su importancia geoestratégica al ser la principal

puerta de la frontera sur, por la cual pasan las mafias transnacionales dedicadas a ser

traficantes de drogas, de personas, de maderas, de especies exóticas, de trata, entre

otros delitos más. Más aún, no perder de vista que en Tapachula el Puerto Chiapas no

sólo se utiliza para el tráfico de mercancías sino para otras actividades de grupos

delictivos de las mafias chinas y colombianas, principalmente.

A nivel local, según informes de la SEDENA filtrados en 2021, tres grupos delictivos

son los detectados como los predominantes: Sinaloa o Pacífico, El CJNG y los que dicen

ser Mara Salvatruchas, la M18 y M13, que tienen a su vez diversas redes de protección

política, policial y militar, además de pandillas y sicarios amedrentando a la población.

La actual situación de Chiapas debería ser un tema de primera importancia y

prioridad para el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación; ya no digamos

por los antecedentes históricos de las insurrecciones indígenas y campesinas contra

los caciques, la discriminación racial y religiosa, sino porque en 1994 el EZLN

convirtió a la entidad en el epicentro de las discusiones etnonacionalistas que nos

hicieron despertar y abrir los ojos a la deuda social contra las comunidades del sur-

sureste mexicano.

Además, después de Tabasco, el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus

aliados tienen en Chiapas más de una razón para darle la atención debida. Allí fincó su

amistad con el doctor Manuel Velasco, ahí su hermano Pío López Obrador hizo su

carrera política, ahí otro familiar suyo, Jorge Obrador Capellini fue procurador estatal;

ahí una de sus primas, Manuel Obrador Narváez, quiere ser gobernadora; ahí Adán

Augusto y el Grupo Tabasco tienen familiares y aliados de gran importancia. Y ahí, en

Palenque, tiene su residencia civil, en el Rancho “La Chingada” al que promete

regresar una vez que acabe el mandato.

En 1993, el entonces presidente Carlos Salinas desdeñó la información y advertencias

que estaban por ocurrir en Chiapas y justo el día que celebraba la entrada en vigor el

TLCAN, le estalló el conflicto con el EZLN para aguarle la fiesta de fin de sexenio y, por

si fuera poco, a enrarecer más la sucesión presidencial, tanto por el protagonismo de

Manuel Camacho como por el impacto negativo a su candidato, su delfín, su

construcción, Luis Donaldo Colosio, quien meses después sería asesinado.

Para cerrar el sexenio de López Obrador además de celebrar la gran popularidad

–como Carlos Salinas—, el gran poder de sus decisiones transformadoras, de ser el

indiscutible mandamás de la Presidencia de la República, tiene tres grandes obras en

el sureste con que desea pasar a la historia: la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el

corredor Transístmico. Esperemos que no se cumpla la advertencia de una guerra civil


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y se agüite la fiesta de fin de sexenio y se le descomponga el tan celebrado baile de las

corcholatas, de las que él les toca el son que quiere.


+ Izquierda sin debate no es izquierda. Esa condición natural de la izquierda

de abrirse al debate público de las ideas políticas parece que a las corcholatas y a los

congresistas de Morena no les importa. Entonces deberían dejarse de simulaciones y

quitarse la autocategorización de ser un movimiento izquierdista cuando no lo es.

Parece ser sólo una pasarela al viejo estilo del PRI cuando todos creen saber hacia

dónde señale el dedito del gran elector.

+ Difícil encargo en la CDMX. Según trascendió 30 días para que Martí Batres

sea jefe de Gobierno. Bien complicado que no se le salgan de control las cosas. Y quién

deberá conducir el cierre de la administración con tanta agenda pendiente que está

dejando el equipo de Claudia Sheinbaum, entre otros acabar la entrega de las líneas 1

y 12 del metro, además de otros asuntos sin resolver que dejan varios funcionarios. El

costo-beneficio de cada decisión del o la sustituta pesará en el resultado de la elección

en la capital del país que no es nada fácil.

+Y mi palabra es la Ley. El tema del calendario de las corcholatas será motivo de

amplio debate porque todo se mueve alrededor de lo que dice el partido Morena

(tiempos de pre campaña, de campaña y selección de candidatos) y no las leyes

electorales de las que deberían estar vigilando el INE, la Fiscalía de Delitos Electorales

y el TEPJF. Leyes y reglas electorales que, por cierto, fueron los ahora morenistas

(antes perredistas, panistas y priistas) los que más demandaron como opositores.

Ahora como grupo hegemónico la ley son ellos y la violan con total alevosía y ventaja.

Pero el abuso de poder tiene siempre un castigo social, tarde o temprano.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com