El truco es la acción con el miembro masculino – el espectacular resultado es una eyaculación de la mujer. El principio básico es simple y se ha transmitido de generación en generación en países de África central por más de 150 años. El hombre sostiene su pene y agita su extremo contra el clítoris, vulva y vagina.

Puede realizar movimientos rítmicos alrededor de la vulva en sentido circular o de zigzag. El movimiento de golpeteo puede ser alternado por el de roces, empleando igualmente el extremo del pene.

Es importante mantener una buena lubricación desde el principio, de otro modo la técnica puede resultar demasiado sensible. Un poco de lubricante hace milagros.

Si al cabo de un rato, el hombre experimenta fatiga en la muñeca, la mujer puede asumir su papel y sostener el pene. Y las mujeres también pueden aportar lo suyo abriendo los labios vaginales para intensificar la sensación.

Avanzado

En una versión más avanzada de “kunyaza”, el hombre coloca el pene en la vagina de la mujer, y nuevamente lo sostiene y lo agita de un lado a otro o en forma circular para producir estímulo en el interior de la vagina. También lo puede reemplazar con una técnica más convencional de penetración.

En la posición “clásica” de kunyaza descrita por el Dr. Bizimana, el hombre se sienta y la mujer se sienta en su regazo, de frente a él. Pero el Dr. Bizimana señala que personas “menos deportivas” pueden preferir posiciones “modernas” más fáciles, por ejemplo con la mujer recostada de espaldas y el hombre arrodillado entre sus piernas.

Eyaculación femenina

Según se afirma, todos estos movimientos del pene tienen efectos mágicos en las mujeres. Por una parte, se dice que produce orgasmos múltiples y repetidos.