Las parejas chinas casadas podrán tener hasta tres hijos, según ha anunciado China este lunes, lo que supone un cambio drástico con respecto al límite actual de dos hijos, después de que los últimos datos demográficos mostraran un drástico descenso de los nacimientos en el país más poblado del mundo.
Pekín eliminó en 2016 su política del hijo único, que llevaba décadas en vigor, y la sustituyó por un límite de dos hijos para tratar de evitar los riesgos para su economía derivados del rápido envejecimiento de la población. Sin embargo, la medida no logró un aumento sostenido de los nacimientos debido al elevado coste de criar hijos en las ciudades chinas, un problema que persiste en la actualidad.
Según datos recientes, China tenía una tasa de fertilidad de tan sólo 1,3 hijos por mujer en 2020, similar a la de sociedades envejecidas como Japón e Italia y muy lejos de los 2,1 necesarios para el nivel de reposición.
A principios de este mes, un censo que se realiza una vez por década
mostró que en los últimos diez años la población creció a su ritmo más
lento desde los años 50, hasta los 1.410 millones, lo que alimentó la
preocupación de que China envejeciera antes de hacerse rica, así como
las críticas de que había esperado demasiado tiempo para abordar el
descenso de los nacimientos.