logo
header-add

China se beneficia del pulso entre Moscú y Washington

por Redacción
11-02-2022

Comparte en

La crisis en la frontera entre Rusia y Ucrania que ha encendido las alarmas en las cancillerías de toda Europa, ante el temor de un conflicto armado en ese continente, tiene un significado muy distinto para China que, según algunos analistas, puede resultar indirectamente favorecida con estas tensiones.

Pekín tiene buenas relaciones tanto con Moscú como con Kiev y ha sido firme al hacer llamamientos a las partes a mantener la calma y "abandonar la mentalidad de la Guerra Fría".

Sin embargo, al mismo tiempo, ha respaldado las "legítimas preocupaciones de seguridad" de Rusia y le ha dado un valioso apoyo retórico al suscribir un comunicado conjunto en el que "se oponen a que prosiga la ampliación de la OTAN".

Esta declaración fue emitida luego de una reunión entre los mandatarios Xi Jinping y Vladimir Putin, ocurrida el pasado 4 de febrero.

Ese encuentro tenía una carga simbólica adicional pues era la primera vez que el mandatario chino se reunía de forma presencial con el líder de otro país desde el inicio de la pandemia de covid-19.

La competencia entre Pekín y Washington por la supremacía mundial ha ido subiendo de tono en las últimas décadas.

Poco a poco Estados Unidos dejó de considerar a China como una potencia emergente a la que quería ver integrada en el sistema económico internacional -con la esperanza de que su progreso económico redundara también en un cambio político- y empezó a verla como un competidor estratégico global.

En los lineamientos estratégicos de seguridad nacional aprobados en 2021 por el gobierno de Biden, esta nueva caracterización de China queda claramente expresada.

"[China] es el único competidor potencialmente capaz de combinar su poder económico, diplomático, militar y tecnológico para montar un desafío sostenido a un sistema internacional estable y abierto", señala el documento.

Además, Washington ratifica su intención de "apoyar a los vecinos y socios comerciales de China a defender sus derechos", de respaldar a Taiwán y de "defender la democracia, los derechos humanos y la dignidad humana, incluyendo en Hong Kong, Xinjiang y el Tíbet".

En ese contexto, el hecho de que Estados Unidos tenga que destinar sus esfuerzos y recursos a cualquier otra región del mundo favorece a China, de acuerdo con algunos analistas.

"Desde una perspectiva geopolítica, es bueno para Pekín que Estados Unidos, Europa y Rusia se centren en una crisis lejos de las fronteras de China y no se centren en los problemas que tienen con respecto a China, lo que le da a Pekín más manos libres para lidiar con sus preocupaciones en su propia región", dice Chris Miller, profesor de la escuela Fletcher de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tufts, a BBC Mundo.

"Entonces, desde esa perspectiva, que el foco esté en la crisis de Rusia y Ucrania es algo bueno para Pekín pues ciertamente desvía la atención de Estados Unidos y de las potencias europeas clave de la región del Indo-Pacífico", agrega.

En este caso, la situación ha requerido del gobierno de Biden no solamente numerosas horas de trabajo diplomático sino además el traslado de tropas estadounidenses a países de Europa oriental, así como el envío de armamento a Ucrania.