Cinco mitos sobre la cerveza
Luis Antonio Monzón Laurencio– académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), autor de múltiples libros y experto en cerveza- afirma que existe una serie de mitos alrededor de esta bebida, los cuales se han arraigado en la sociedad y han dirigido la forma de consumo.
Mito 1: “El color no importa”
De acuerdo con el experto, el color de una cerveza no es importante, ya que no determina ni el sabor ni la cantidad de alcohol que hay en ellas.
“El color no dice nada sobre la cerveza, estamos acostumbrados a decir ‘me gusta más la oscura o me gusta más la clara’, pero clara y oscura son colores, el color no determina ni la cantidad de alcohol ni qué tan fuerte sabe una cerveza”.
“Incluso hay cervezas claras que saben muy fuerte y que contienen mucho alcohol, y también hay cervezas oscuras que prácticamente no saben a nada, y contienen cero alcohol”, añade.
Mito 2: “¿Con o sin espuma?”
El especialista indica que la cerveza debe servirse con espuma porque ésta ayuda a proteger el sabor de la bebida, pues “si un vaso de cerveza no tiene al menos dos centímetros de espuma, el aroma se evapora”.
Mito 3 “¿Vaso o botella?”
“Jamás se bebe cerveza directo de la botella porque no permitimos que el aroma pueda ser percibido”, señala Monzón, y agrega que “el vaso es importante si lo que se busca es disfrutar el sabor de esta bebida”.
Mito 4: “La cerveza se quema”
“No, la cerveza no se quema, se descompone“. El académico afirma que una cerveza puede enfriarse y calentarse las veces que sea necesario sin afectar su sabor, no obstante, el sol sí puede hacer que se descomponga, de ahí que las cervezas de lata y de barril sepan mejor, pues nunca les afectarán los rayos del sol.