CINCO MITOS DE LAS CONFERENCIAS DE AMLO
Luis Estrada
Es difícil pensar que la gente se tome dos horas para ver un programa aburrido de política, cada vez menos noticioso
1. Pone la agenda. La definición de poner la agenda es que la amplia mayoría de los medios de comunicación tengan como noticia principal lo que se anuncia en la conferencia. Analizando más de 5 mil 600 portadas de los siete diarios más importantes de circulación nacional, desde SPIN demostramos que solamente el SEIS por ciento de las notas principales de las primeras planas recuperan lo que dijo el presidente en su mensaje principal del día anterior, siendo La Jornada el diario más frecuente. Si todos los medios traen notas principales diferentes, no relacionadas con lo que dijo el presidente AMLO el día anterior y, sobre todo, si reacciona diariamente a lo que los medios de comunicación publican, entonces no está poniendo la agenda, de hecho, va detrás de ella. El presidente AMLO no pone la agenda, solo da de qué hablar.
2. Existe un gabinete paritario. Las asistencias y participaciones de las y los secretarios del gabinete son disparejas. Por cada mujer del gabinete que asiste, tres hombres del gabinete asisten. Es decir, 72 por ciento de las asistencias de las y los secretarios del gabinete son de los hombres, y solo 28 por ciento son de mujeres. Quizá la inequidad esté relacionada de origen, con colocar a mujeres en temas que no son relevantes para el presidente AMLO, pero lo cierto es que, si le interesara que las mujeres del gabinete estuvieran ahí, las invitaría, y no lo hace.
3. La ven millones diariamente. El gobierno afirma, pero nunca ha probado: no han enseñado mediciones básicas como ratings, share o cualquier otra que lo confirme. Es difícil pensar que, en la parte más ajetreada del día para todos, la gente se tome dos horas para ver un programa aburrido de política, cada vez menos noticioso por repetitivo. En SPIN decidimos llevar la cuenta de las vistas de los videos de las conferencias entre los seguidores del presidente AMLO en Facebook. Son más de nueve millones de seguidores, pero solo ven las conferencias, en promedio, menos del CINCO por ciento. Y eso que solo se necesitan tres segundos en la línea de tiempo para que un video cuente como visto.
4. Es un diálogo circular con representantes de los medios de comunicación. Ocho de cada 10 de quienes preguntan se sientan en las 1ª y 2ª filas. No tendría nada de malo si se permitiera a los medios de comunicación serios, con más audiencia y patrocinadores, hacer las preguntas. Pero como ha quedado claro hasta en El Privilegio de Mandar, las preguntas las llevan a cabo personajes que dicen representar a empresas que dicen ser medios de comunicación, y que se catalogan como medios digitales, abarcando el 40 por ciento de las preguntas. No es casualidad que el presidente AMLO no haga conferencias de prensa en sus giras internacionales. Por cierto, desde abril de este año, justo después de la publicación de El Imperio de los Otros Datos se lleva a cabo un sorteo de quiénes se sientan en la primera fila. Ahora preguntan más de la 1ª fila, y preguntan aún más aquellos personajes. La simulación se ha reforzado.
5. Son un mecanismo de información, transparencia y rendición de cuentas. Cuando los medios de comunicación han solicitado los documentos que sustenten las afirmaciones del presidente AMLO, simplemente declaran inexistencia. Lo que dice el presidente AMLO va de la ocurrencia, a la improvisación, pasando por la consulta a la memoria que, pues, a veces falla, pero no a un informe con la versión oficial, pues ya que cuando enfrenta las cifras de la realidad, mejor afirma que tiene otros datos. El Washington Post le calculó al presidente Donald Trump durante cuatro años de gobierno, en todas sus intervenciones públicas, incluyendo todos sus famosos tuits, poco más de 35 mil afirmaciones falsas, engañosas o no comprobables. Desde SPIN llevamos la cuenta al presidente AMLO, y en El Imperio de los Otros Datos explicamos la metodología. Al día de hoy, acumula más de 85 mil afirmaciones falsas, engañosas o que no puede probar, más del doble que Trump, y aún nos faltan dos meses más para poder comparar el mismo período de tiempo.
La centralización de la comunicación en el propio presidente AMLO en la conferencia de prensa ha entorpecido las acciones de comunicación del gobierno que podría multiplicar mensajes, resolver crisis y atender las llamadas de atención de los medios de comunicación. En el formato que se llevan a cabo las mañaneras del presidente AMLO, cualquiera puede hacer una conferencia de prensa diaria.
UNIVERSAL jueves 1 de septiembre de 2022