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Ciro

por Federico Berrueto
14-05-2021

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Federico Berrueto

 

Por un periodista hablan sus actos, sus palabras, los hechos. Es inevitable que su trabajo lo exponga frente a unos y otros. Ciro Gómez Leyva, como todos los buenos profesionales de medios, de siempre ha resultado incómodo al poder. Su estilo y el de su equipo los hace escrupulosos y siempre con un sentido de ofrecer información veraz y una opinión franca y honesta. Siempre hay un esfuerzo de apego a la verdad, por difícil y complejo que sea tal empeño. Por esta razón a él siempre lo ha acompañado el éxito, el respeto y el reconocimiento de propios y ajenos.

 

El presidente López Obrador, una vez más, a partir de la difamación ataca a un periodista y de paso a varios medios y empresas. Los inversionistas en medios nacionales no llevan su agenda a la mesa editorial, menos con un periodista del talante e integridad de Gómez Leyva. Él goza de la más amplia libertad editorial y es la base de su presencia en la televisión y en la radio, razón de su credibilidad, prenda escasa.

 

 

El resultado electoral adverso será desquiciante para quien no quiere entender la realidad

Ha faltado sentido de cuerpo en el periodismo mexicano ante los ataques del poder, cada vez mas arteros, cada vez más intimidantes y perniciosos. ¿Culpa, miedo, esqueletos en el clóset o malentendida competencia? Por eso el abuso reiterado del Presiente. Una conducta intolerante a la libertad de expresión, pero también ilegal y contraria a los valores de la izquierda democrática que pregona. Debe quedar claro, el presidente López Obrador no goza de libertad de expresión ni de derecho de réplica, esos son de los ciudadanos, no de los gobernantes. El Presidente tiene responsabilidades y obligaciones que, queda claro, no está ni estará dispuesto a observar.

 

Debe preocupar el futuro inmediato del país. El Presidente ha escalado en su ofensiva hacia las instituciones y principios que conducen de manera civilizada la competencia y norman el ejercicio del poder. El desdén por la ley crece a la vez que la intimidación se vuelve moneda de curso corriente en el régimen de la llamada 4T.

 

El resultado electoral adverso será desquiciante para quien no quiere entender y asumir la realidad. Su intromisión en la elección y el persistente amedrentamiento al INE, al Tribunal Electoral y a los medios dan cuenta de la regresión política. Volverá la pluralidad que acompañó a la transición democrática. Esto hará la política mucho más compleja y demandará destrezas políticas que en el pasado se reemplazaron por el chantaje, la cooptación y corrupción. La oposición formal encara un reto monumental, un traje que posiblemente le quede pequeño.

 

Por esta razón hoy más que siempre es necesaria la crítica independiente, el rigor de análisis y un sentido de reflexión editorial al margen de la soberbia o de los desplantes de falsa grandilocuencia. No se trata de hacer la labor de los partidos. Afortunadamente, hay muchas voces en medios, señaladamente Ciro Gómez Leyva y muchos colegas en MILENIO y otros proyectos, que dignifican y dan sentido al buen ejercicio del periodismo nacional, sustento de una sociedad activa e informada. _

 

Federico Berrueto

 

@berrueto

 

fberrueto@gmail.com