Desabasto, ineficacia sin castigo
El martes pasado, integrantes de la Asociación de Padres de Familia con Niños Enfermos bloquearon el acceso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) por la falta de medicamentos, amagaron con romper las pláticas con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi),si continúa el desabasto de los fármacos y manifestaron que protestarán cada martes frente a la Terminal 1 del AICM hasta obtener respuesta positiva.
Al siguiente día, en Colima, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo: “Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto de los medicamentos. Esto es para Juan Ferrer, esto es para el doctor Alcocer. Ya no quiero escuchar que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo, no podemos dormir tranquilos si no hay medicamentos para atender a los enfermos.
“Ya no hay excusa, además ya no se permite la corrupción que existía de que 10 distribuidoras acaparaban toda la compra de medicamentos que hacía el gobierno, ni siquiera laboratorios, sino empresas distribuidoras vinculadas a políticos corruptos”.
El regaño fue evidente, el Presidente de la República estaba enojado.
Pero ayer, en la mañanera, el tabasqueño reculó. “Se malinterpretó. Es que yo lo dije de una manera un poco fuerte. La política entre otras cosas es equilibrar la pasión y la razón, y quienes nacemos en el trópico a veces nos sale la pasión, pero lo mejor es el equilibrio. Se pensó que era un regaño al secretario de Salud que es una gente extraordinaria”.
Le bajo de tono al reclamo y de reprimenda pasó al elogio del Secretario de Salud. ¿Por qué? ¿Será que Jorge Alcocer “no tiene vela en ese entierro”.
La semana pasada, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) –responsable de las adquisiciones– aseguró que desabasto de medicamentos para los tratamientos contra el cáncer se debe a que los hospitales no plantean sus requerimientos. Funcionarios de esa dependencia reiteraron que las compras ya se realizaron y está garantizada la disponibilidad de los fármacos hasta el primer trimestre de 2022.
Por su parte, integrantes de la Asociación de Padres de Familia con Niños Enfermos –en una carta dirigida a la opinión pública (La Jornada 05-11-2021)– recordaron que ya pasaron tres años desde que bloquearon, por primera vez, el acceso principal al AICM.
Indicaron que aunque las autoridades aceptaron la existencia del problema y la instalación de una mesa de diálogo, el desabasto continúa sobre todo en hospitales del estado de México, Guerrero y Veracruz.
Consideraron que a pesar de la buena voluntad mostrada, los funcionarios del Insabi y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encargados de gestionar y administrar la compra de medicamentos en el extranjero, han sido incapaces de conocer, en estos tres años, la demanda requerida y por ello no saben exactamente que tipo de medicamentos deben de comprar ni tienen un número exacto de cuántos deben de ser.
Aunado a todo lo anterior, tampoco tienen una coordinación con los almacenes, secretarías de salud, ni con los hospitales estatales para estar seguros de que realmente estos medicamentos sí llegan a los niños con cáncer.
La senadora Verónica Martínez (PRI) presentó un punto de acuerdo en materia de abasto de medicinas y señaló que “el desabasto de vacunas se debe a las nuevas directrices de adquisición por parte de esta administración, ya que según el Instituto Farmacéutico México (INEFAM), la compra de vacunas ha disminuido drásticamente, por ejemplo, se informa que en 2016 se adquirieron 14 millones de dosis de la vacuna contra tuberculosis, mientras que para 2020 sólo se adquirieron 83,000 dosis lo que podría afectar entre 300 y 500,000 menores de edad, Los cuales según recomendación de los médicos, deberían recibirla antes de los dos meses de vida.
“Tal carencia de vacunas abarca enfermedades como el sarampión, el tétanos neonatal, la del DPT (difteria, tosferina y tétanos) para mujeres embarazadas, influenza, hepatitis B, neumococo y la hexavalente que protege contra difteria, tosferina, tétanos y polio, entre otras”.
Como se ve, el problema de la falta de medicamentos está muy lejos de solucionarse por más que el Insabi jure que el abasto está garantizado hasta marzo de 2022, la realidad siempre se encarga de desmentir a las autoridades”.
Y la pregunta obligada es: ¿Por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene a los funcionarios responsables del desabasto de medicamentos si han demostrado su ineficacia?
Por cierto, hay que dar seguimiento a la exigencia de María Elena Pérez-Jaén para que se obligue a la UNOPS a transparentar y rendir cuentas por la compra de medicamentos por que se trata –ni más ni menos– de la friolera de 6 mil millones de dólares.
Corrupción, ineficacia, opacidad, ¿qué más?