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La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, demandó terminar con el “laberinto de corrupción e impunidad” que enfrentan las víctimas de alguna conducta ilícita y transformar este organismo en una auténtica defensoría pública que proteja a los ciudadanos de funcionarios que se burlan del dolor ajeno, las mentiras oficiales y las amenazas de que son objeto quienes claman justicia.
Acompañada de la escritora Elena Poniatowska, en homenaje a la fundadora del Comité Eureka, Rosario Ibarra de Piedra, la titular de la CNDH ratificó la necesidad de erradicar el citado laberinto, el que afecta de manera significativa a familiares de personas desaparecidas y en general a quienes han sufrido vulnerabilidad en sus legítimos derechos.