La minoría Naranja
Se engañan a sí mismos.
En el Senado de la República, Movimiento Ciudadano, con la llegada de Marco Antonio Gama Basarte, tiene nueve legisladores.
El Movimiento de Regeneración Nacional, tiene 61.
La cuarta transformación con sus aliados, suma 75 senadores.
La bancada naranja tiene nueve.
Con todo y eso, afirman que con Gama se “fortalece el bloque de contención para frenar los arrebatos del poder”.
De 128 senadores, los de color naranja son nueve.
Balandronada ingenua la del jefe de los naranjas, Dante Delgado Rannauro: “anticipo desde San Luis Potosí que la reforma eléctrica en los términos que viene la iniciativa del presidente será frenada”.
Se engañan a sí mismos.
Son minoría entre las minorías, sus advertencias no dan para más de un mal chiste.
La organización ciudadana, Congreso Calificado, dio a conocer los resultados de la segunda evaluación trimestral de la LXIII Legislatura y en el último lugar de los 27 diputados y diputadas, Héctor Mauricio Ramírez Konishi, uno de los últimos fichajes del partido naranja.
Se engañan a sí mismos.
De acuerdo con el Sistema de Información Legislativa del Senado de la República, Gama ha presentado de 2018 a la fecha, 79 iniciativas de ley, sin embargo, en solo 30 de ellas es promovente directo, en las otras 49, suscribe iniciativas promovidas por senadores de otras fracciones.
Se engañan a sí mismos.
El ex panista no es de la calidad de legislador que se dice que es; es uno más de la minoría. Nada más.
El partido naranja se presenta como la tercera vía electoral, una alternativa ciudadana, pero no es así.
Se engañan a sí mismos.
Hace unos días presentaron a un grupo de ex panistas y ex priístas como sus nuevos militantes y presumieron que no son todos, “son más de sesenta”.
Se engañan a sí mismos: ni son ciudadanos, ni son dique de contención ni son la salvación de la patria; solo es un grupo menor, muy menor.