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Columna San Luis Potosí

por Redacción
28-03-2022

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Coincidencias del destino

De manera casual, el Papa Francisco designó arzobispo de San Luis Potosí a un regiomontano, mientras el gobernador, José Ricardo Gallardo Cardona, sostiene una postura en contra del proyecto hidráulico Monterrey VI. 

El plan consiste en construir un acueducto de 386 kilómetros para llevar agua del Río Tampaón, en la parte de San Luis Potosí, a la estación de bombeo de la presa Cerro Prieto en Linares, Nuevo León.

Hace menos de cinco meses, el mandatario le donó a la iglesia potosina un predio para edificar aquí un santuario a la virgen de San Juan de los Lagos, diócesis de donde procede el futuro arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe. 

De acuerdo al derecho canónico, los arzobispos deben renunciar a sus cargos a la edad de 75 años; el nuevo arzobispo está por cumplir 60 y en consecuencia permanecería hasta el año 2037 al frente de la comunidad católica potosina.

El primer arzobispo, fallecido hace casi cuatro años, Arturo Antonio Szymanski Ramírez, conocido como “Primanzki”, permaneció 13 años en el cargo.

Su sucesor, José Morales Reyes, tomó posesión en marzo del año 2000 y en abril de 2012 lo relevó Jesús Carlos Cabrero Romero, quien este año cumpliría aquí una década como pastor de la iglesia católica. 

El arzobispo designado antier, sobrepasaría el sexenio de Gallardo Cardona y hasta el del sucesor de éste, que seguro será “gallardista”, de modo que sería una incorrección política sostener una postura que ha polarizado a regiomontanos y potosinos.

Tampoco sería diplomático mantener una postura anti regiomontana, mucho menos luego de la vapuleada que se ganó el mandatario potosino. Hasta ahora, la polémica solo ha sido mediática y en redes sociales.

El pasado jueves, Gallardo Cardona matizó que su postura no es nada personal y el sábado fue dado a conocer el nombramiento de Alberto Cavazos, quien además es tesorero general de la Conferencia del Episcopado Mexicano. 

Si bien el mandatario puede mantener su oposición al proyecto Monterrey VI, debe entender que, a pesar de no ser delito, es un asunto en el que debe evitar baladronadas u ocurrencias.

Además, como se lo espetó su homólogo de Nuevo León, Samuel Alejandro García Sepúlveda, la disposición del agua no es un asunto de la competencia de Gallardo Cardona, sino de la Comisión Nacional del Agua.

Sobre todo, al nuevo arzobispo le podría resultar incómoda la salutación del gobernador y de los diputados que se han manifestado dispuestos a no ceder agua a sus coterráneos. 

A grado tal que con absoluta “gallardía”, se han declarado con la plena convicción de atarse a la maquinaria para impedir que una sola gota de agua del caudal del río potosino llegue a Nuevo León.