El cole no comienza el día que pisan el aula por primera vez, sino que podemos ir preparándoles con antelación al día de inicio de las clases. Incluso aún cuando ya hayan empezado se puede seguir trabajando en casa. Este consejo es para niños que ya entienden un poco lo que sucede, que ya conocen el juego simbólico, a través del cual emulan la vida diaria con sus muñecos o representando personajes.
La idea es representar la vida en la guardería con muñecos para que ellos se anticipen a lo que va a pasar. Se puede hacer también representando personajes, el niño haciendo de sí mismo, por ejemplo, y mamá o papá haciendo de la educadora infantil.
Los cuentos con historias con las que pueden sentirse identificados también son una herramienta genial para ayudar a los niños con el comienzo de curso.
El niño no tiene que quedarse con la sensación de que le “abandonamos” en un sitio nuevo y con gente nueva, sino que le acompañamos a conocerlos. Los períodos de adaptación de las escuelas infantiles suelen ser ridículos, en algunos casos inexistentes y también está el problema de la conciliación, que aunque quieran los padres no tienen disponibilidad para una adaptación muy larga.
Si el niño reconoce el sitio nuevo y conoce a las personas nuevas junto a sus padres, apoyado y acompañado durante los primeros días, le resultará más fácil entrar en confianza con ese círculo que si lo dejamos ahí y que se apañe solito.
Tarde o temprano acabará conociéndolos, tanto el niño que ha sido acompañado primero por sus padres como el que no, pero seguramente para el primero habrá sido menos traumático. De eso se trata.
La seguridad que le brinda la compañía de los padres le ayudará a una mejor adaptación. La cercanía y el cariño de los padres siempre ayuda a una mejor comprensión del mundo que les rodea. A medida que van creciendo van explorando el mundo, poco a poco, de una forma más autónoma.