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¿Cómo evitar el contagio de gripe?

por Redacción
25-01-2022

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La gripe se presenta generalmente en invierno y de una forma epidémica, es decir, que cada año nos enfrentamos a una temporada en la que puede producirse una gran actividad y circulación del virus de la gripe (predominantemente en los meses de noviembre a marzo).

La gripe es un importante problema de salud, tanto por la mortalidad que puede provocar directa o indirectamente, como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes económicos y sociales que origina.

  • La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50% en grupos de población cerrados en instituciones.
  • Los virus de la gripe pertenecen a la familia de los Orthomyxoviridae. Existen tres tipos de virus gripales: A, B y C.
  • Los más relevantes son los tipos A y B, ya que el C no produce epidemias y solo provoca infecciones sin síntomas o con cuadros clínicos poco trascendentes y en casos aislados.
  • El virus A es el principal causante de las epidemias que se producen cada año y mientras que el virus gripal B se presenta generalmente en brotes más localizados.


El año 2021 la gripe casi no ha existido, gracias a la extraordinaria eficacia que están teniendo las medidas de protección individual implantadas en todo el mundo para combatir el coronavirus: mascarillas, lavado de manos, así como el impacto del distanciamiento social, con la desaparición de los “eventos de masas”, los cierres temporales de escuelas y universidades, el teletrabajo y las restricciones, y la desaparición de los viajes, ha ayudado este año a erradicar la gripe estacional.

Los síntomas de la enfermedad comienzan de 1 a 4 días después de que el virus entra en el organismo. Algunas personas son infectadas por el virus de la gripe, pero no desarrollan síntomas de la enfermedad, sin embargo, estas personas sí que pueden transmitir la enfermedad a otros.

¿Cómo se produce el contagio de la gripe?

Una persona infectada es capaz de transmitir la enfermedad durante un periodo de tiempo prolongado: desde un día antes de que comiencen los síntomas hasta unos 3 a 7 días a posteriori.

El contagio se produce cuando el individuo infectado habla, tose o estornuda y esparce en el ambiente miles de pequeñas gotas que contienen el virus. Esas gotas pueden penetrar en el organismo de otra persona por la nariz o por la boca y entrar en contacto con las mucosas respiratorias. Ahí comienza a multiplicarse y a producir todos los síntomas de la gripe.

¿Por qué es tan usual contagiarse de gripe mientras trabajamos?

Tiene su explicación, al estar en un sitio cerrado con mucha gente, donde el particular al hablar, se extienden en nuestro puesto de trabajo, aumentando si existe una mala ventilación., en la actualidad con la utilización de las mascarillas por el covid-19, podemos decir que tenemos una defensa eficaz, pero no segura al cien por cien.

Se acerca la época de frío ¿Cómo puedo evitar la gripe?

La mejor manera de prevenir la gripe es vacunarse todos los años, sin embargo también es importante tener buenos hábitos de salud, como cubrirse la tos con el brazo y lavarse las manos con frecuencia. La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe y para las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo, ya que pueden transmitírsela.

Las recomendaciones en buenos hábitos de salud son:


  •     Lavarse las manos, pero de verdad, no vale mojarse con agua y secarlas rápidamente, lo ideal es lavarlas con agua y jabón frotándolas durante al menos 20 segundos.
  •     No te toques la cara ya los ojos, la nariz y la boca son las zonas del cuerpo más sensibles para la entrada de virus.
  •     No te estreses, una cosa difícil, en los tiempos que corremos.


Una persona estresada es la víctima diana de la gripe, ya que cuando estamos más ansiosos, nuestro sistema inmunológico comienza a debilitarse.

    No estornudes en tus manos.

La reacción más habitual es la de taparse la boca con las manos cuando estornudamos, por educación, además siempre nos han dicho de pequeños “tapate la boca con las manos cuando tosas” pero sin saber que es la mejor manera de propagar nuestras bacterias y contribuir al contagio de cualquiera que vaya a estrechar nuestras manos. Es preferible estornudar en nuestras mangas, o aún mejor, en un clínex.


    Descansa.

La razón vuelve a ser la protección de nuestro sistema inmunológico, que es la principal defensa frente a este tipo de infecciones., al dormir las horas que necesitamos y con la calidad que deberíamos, tendremos una buena arma para evitar resfriarnos.

    No fumes ni bebas.

Los fumadores tienen más posibilidades de resfriarse, así como de agravar sus síntomas a través de la inflamación de la garganta, llegando incluso a presentar neumonías.

Por su parte, el alcohol ataca al sistema inmunológico que protege nuestro organismo, deshidrata nuestro cuerpo y favorece la aparición de infecciones.

    Cuidado con los espacios cerrados.

Los lugares más propensos a padecer la gripe, son los hospitales, aeropuertos y transportes públicos.

Aunque el frío parezca el principal causante, es preferible salir a la calle a tomar el aire que exponerse al contagio en sitios abarrotados.

    Come ajo y yogur.

El ajo es un alimento que protege nuestro sistema inmune de un gran número de infecciones bacterianas.

Por su parte, el yogur ayuda a las bacterias positivas que son las que crean los glóbulos blancos que nos protegen.

    No abuses de los antibióticos.

Los antibióticos acaban con las bacterias y no con los virus, llegando a terminar con las bacterias que forman parte de nuestras defensas.

    El zinc puede ayudar, pero sin abusar.

El consumo de suplementos de zinc podía prevenir el constipado, aunque aún no se ha llegado a un acuerdo sobre cuál es la dosis indicada, si se sabe que se debe consumir durante las primeras 24 horas de la enfermedad, con el objetivo de acortar la duración de la enfermedad.

    La vitamina C no previene los resfriados, o al menos, no hay suficiente evidencia científica para mantener tal idea, aunque nuestras abuelas siempre nos hacían zumos recién exprimidos para que no nos resfriáramos.

    Evitar los cambios bruscos de temperatura sin abrigarse correctamente.

    Ventilar los espacios.

Se recomienda abrir las ventanas de las habitaciones al menos 10 minutos al día.

    Hidratar correctamente nuestra piel.

Los cambios bruscos de temperatura deshidratan la piel y la hacen mucho más frágil y sensible