¿Cómo saber si soy una persona tóxica?
En su texto, la doctora aclara enfáticamente que una persona no es tóxica per se. Lo que sucede es que el efecto que produce en el otro es una intoxicación de cortisol, una alteración en el organismo, una activación en el sistema de alerta, que incluso produce dolor en el cuerpo.
El tóxico acostumbra ser invasivo y agresivo, irrumpe el espacio personal y las conversaciones privadas; pontifica y juzga la vida y opiniones de otras personas. Sin embargo, hay gente que logra ser tóxica sencillamente con su expresión corporal, sus comentarios ácidos y su ironía puntual, generando esa misma sensación en el otro. Alguien así resulta agotador, despierta un automático rechazo e incomodidad, su presencia altera, estresa y da la sensación de pérdida de libertad.
¿Generas todo esto en algunas personas? Para que lo puedas identificar, te compartimos las características comunes de los tóxicos universales: suelen ser egoístas, negativos, envidiosos, víctimas, amargados, criticones, manipuladores, dependientes y dramáticos.
El dolor nos acerca a la empatía, entonces, ¿Cuál es el verdadero valor del sufrimiento?
El sufrimiento puede tener un sentido, ¡sí!, y este puede estar relacionado con el hecho de que cuando sufrimos conectamos con el dolor de otros. El sufrimiento transforma el corazón . Tras una etapa difícil con el dolor como protagonista, uno se acerca al alma de otras personas. Es capaz de empatizar y entender mejor a los que nos rodean; y la empatía es una herramienta vitamina, una cualidad humana maravillosa que supone la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona y conectar con sus emociones.
¿Cómo ser una persona vitamina en mi entorno?
Ahora que hemos identificado las características de las personas tóxicas, el sentido del dolor y la certeza de que se puede ser una persona vitamina después de haber sufrido un trauma, emprendamos el camino que conduce precisamente a convertirnos en esa mejor versión de nosotros y nosotras mismas .
¿Qué actividades me pueden llenar de oxitocina?
Antes de pasar a las actividades, viene bien saber que la oxitocina es la sustancia que se activa en el organismo cuando recibimos una muestra de confianza. Todos los momentos en los que se segrega oxitocina están ligados al desarrollo de los lazos humanos, esta hormona está presente en las relaciones sexuales, influye de manera activa en la sensación de bienestar y placer que surge durante las caricias, los masajes y el propio acto sexual.
Por ejemplo, tocar es una de las mejores maneras para liberar oxitocina. Los abrazos curan, reconfortan, generan paz y mejoran el estado de ánimo. Algunas ideas adicionales para estimular tu oxitocina son: escuchar música y disfrutarla, recibir o dar un masaje, tener un animal de compañía, disfrutar y hacer reír a la gente que quieres, realizar prácticas que ayudan a conectar con la trascendencia como la meditación, la oración y el mindfulness.
¿El arte nos ayuda a convertirnos en una persona vitamina?
Sí, la doctora Marian cuenta que el arte hace parte de las técnicas complementarias que potencian la salida de episodios adversos. Explica que no debemos depender del fármaco sin emplear otras estrategias.
Lo importante es que cuando el tratamiento farmacológico empiece a hacer su efecto, se comience a trabajar la psique, las emociones, la conducta y los traumas si los hubiera. Una manera de estimular el hemisferio derecho es mediante juegos, música, bailes, arte – ¡la arteterapia puede generar cambios espectaculares! -, el contacto físico y el abrazo.
La medicación a veces es imprescindible. Los fármacos pueden ser el empuje para salir de un bucle negativo y doloroso; en otras ocasiones nos saca del estado de alerta; a veces son necesarios para mejorar los síntomas obsesivos, pueden ayudarnos a recuperar calidad de vida al poder descansar; en otras nos ayudan a superar una etapa de enorme sufrimiento y angustia… Las medicinas son un gran apoyo, pero no pueden ser el único tratamiento.
¿De qué manera las mascotas son seres vitamina?
Surge algo importante cuando se cuida un animal. En una sociedad cada vez más aislada e individualizada, tener una mascota se ha convertido en una realidad muy frecuente que hace que los animales sean tan importantes en el mundo emocional.
Algunos estudios aseguran que la convivencia entre perros y humanos, por ejemplo, disminuye el riesgo de resfriados, enfermedades coronarias y estrés, y aumenta los hábitos de ejercicio, al verse forzada la persona a sacarle a pasear por lo menos una vez al día.
Por otro lado, se ha visto que el contacto directo de los seres humanos con los animales puede ser beneficioso. Por ejemplo, en los más pequeños se ha comprobado un aumento del juego y el compañerismo en escuelas donde hay granjas y animales. En los adolescentes, favorece la expresión emocional y el sentido de cuidado al tener que ser responsables de una vida externa a ellos mismos. En los mayores, parece ser una fuente de compañía en edades donde prima la falta de comunicación.
¿Cómo ser una persona vitamina en mi entorno?
Una persona vitamina es aquella que mantiene la risa contagiosa, la capacidad de asombro, la inocencia sana, las ganas de aprender… Es aquella que pone ilusión y pasión en su vida.
Cuando introduces pasión en tu vida surgen cambios neurológicos importantes en tu cerebro; cuando actúas desde la ilusión, la gente lo capta, lo percibe y pueden suceder cosas maravillosas. Alguien con ilusión se convierte en persona vitamina. Trabajar con ilusión y confianza en ti, mejora la salud física y psicológica y abre un mundo entero de oportunidades.
Y específicamente un padre o una madre vitamina son quienes no tienen miedo a demostrar afecto físico y verbal. No se avergüenzan de compartir cariño.